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D.L. J-309-2005 ISSN 1699-6151 |
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Enma*
Me has emocionado en la marcha
por el camino que circunda
el surco de los labios secos.
He jugado contigo a no dormir
y a buscar pequeñas hadas
en el techo blanquecino
de este dormitorio silente e impersonal.
He imaginado que bajaba
una estrella con tu dulce faz
lamiendo cada brote de mi vida
y que, seguramente, podría
plasmarse por cualquier esquina.
He soñado que te inundaba de mi ser
y captabas cada ritual de mi pasado,
como si de una canción dulce se tratara,
como si no pasara absolutamente nada.
Me has alegrado la noche,
solo de pensar que serás mejor que yo
y que cuando mires al sur
verás la tenue luz de un viejo poeta.
*Juan Carlos García-Ojeda Lombardo.
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