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D.L. J-309-2005 ISSN 1699-6151 |
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Campo magnético*
Acarician la arboleda
verdes nuevos,
y siento la sangre
correr por mis venas.
Tras el invierno moribundo
me mantuviste vivo,
y surgen ahora cien manantiales
de primavera.
No esconderé este verso jacobino,
ni ahorraré golondrinas.
No voy a cambiar este teclado por ninguna pistola
pues ante ti mis ojos todavía tiemblan,
convertidos ya en hojas tiernas
que se agitan.
En tú campo magnético se concitan mis lluvias
en otro abril de tardes únicas.
Y caen gotas
sobre ese río lento que me inunda
cuando pronuncio tu nombre
desde los nidos de mi aldea.
*José Ángel Marín (marzo 2019).
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