Claustro Poético

Boletín virtual de poesía, edición trimestral. Nº 25. Verano-2011

Asociación Cultural Claustro Poético

 

  Director: Juan Carlos García-Ojeda Lombardo

  Coordinadores: Fernando R. Ortega Vallejo y Juan Antonio López Cordero

D.L. J-309-2005

ISSN 1699-6151

CONSEJO DE REDACCIÓN

Poemas

Balada de la lluvia en la ventana

Mala mama

Nieva

Clavelillo

No quiero repetir

Sus corceles blancos

El deseo como deseo

Estúdiate el alma

Persiguiendo la belleza

Radiografía de uno y cada uno

Recogimiento

Reina y yo

Aires marineros

Bogar

La tormenta

No habré vivido en vano

Para borrar pesares

Poesía nocturna


Colaboraciones

Análisis métrico. Poema de Juan Ramón Jiménez

Reseña literaria de Fadwa Tuqan

Resena literaria de Walt Whitman

Ella llora


Noticias

  Certamen internacional de cuento y poesía Juninpais2011

  XIV concurso internacional de poesía La Porte des Poetes.

  VII premio internacional de poesía Luis López Anglada

 


Colaboran en este número


Nos anteriores

 


 

 

Reseña literaria de Walt Whitman*


                Isabel Paraíso en su obra El verso libre hispánico: orígenes y corrientes alude, cuando habla del versículo  whitmaniano, a un ritmo paralelístico de pensamiento, y, como consecuencia de este ritmo a nivel formal, por sus anáforas y enumeraciones; sin embargo la autora es todavía más explícita cuando al hablar de repeticiones morfosintácticas se refiere no sólo a paralelismos, sino a isocolos, epanelepsis, etcétera, y cuando habla de las repeticiones léxicas no sólo se refiere a anáforas, sino a epímone, etc., y además menciona la palabra epanáfora.

            Buscando en el diccionario el significado de esta terminología paso a analizar dos poemas de Walt Whitman. Epanelepsis significa epanadiplosis que a su vez quiere decir figura retórica que consiste en repetir al fin de una cláusula o frase el mismo vocablo con que empieza. Epanáfora significa anáfora, esto es repetir al comienzo de varios versos la misma o mismas palabras. Epímone es una figura retórica que consiste en repetir sin intervalo una misma palabra para dar énfasis a lo que se dice, o en intercalar en una misma composición poética varias veces un mismo verso o una misma expresión.

            Pues bien, paso a analizar dos poemas de Walt Whitman de su obra Hojas de hierba, edición de Francisco Alexander, de la colección Visor de poesía:

            El primer poema pertenece al “canto del respondedor” y se expresa de esta forma:

Él camina a sus anchas en el Capitolio,

Él camina en el Congreso, y uno de los diputados le dice a otro: He aquí que ha llegado nuestro nuevo igual..

Después, los artesanos lo toman por artesano,

Y los soldados suponen que es soldado, y los marineros que ha recorrido los mares,

Y los escritores lo toman por escritor, y los artistas por artista.

En estos versos de “canto al respondedor” se analizan unas anáforas o epanóforas a través de los comienzos de los versos “Él camina”, y de la conjunción /y/ que también podría dar paso a referirse como figura retórica de polisíndeton. Hay en estos versos de “canto al respondedor” la figura retórica de epanadiplosis o epanalepsis en la enumeración de los oficios artesano, soldado, escritor y artista, si bien estas epanalepsis no esperan el final del verso y se enumeran por dos los oficios al comienzo y al principio de las dos frases de cada verso, esto es, soldados con marineros; y escritores con artistas, excepto artesanos que  en una epanadiplosis rotunda expresa tanto al comienzo como al final del verso.

            Del capítulo del libro Hojas de hierba titulado “A la vera del camino” existe un poema titulado “¡Oh, mi yo! ¡oh, vida!” en el que quiero dar a entender la figura retórica del epímone, esto es, repetir sin intervalo una misma palabra o intercalar un mismo verso o expresión varias veces: El epímone queda expresado con la palabra los demás y necio y con intercalar como verso varias veces ¡oh, mi yo!¡oh, vida! Incluso con signos de interrogación además de los de admiración que ya lleva expresados en el título del poema y en el resto de los versos.

¡Oh, mi yo!¡oh, vida!, de sus preguntas que vuelven,

Del desfile interminable de los desleales, de las ciudades llenas de necios,

De mi mismo, que me reprocho siempre (pues, ¿quién es más necio que yo, ni más desleal?),

De los ojos que en vano ansían la luz, de los objetos despreciables, de la lucha siempre renovada,

De los malos resultados de todo, de las multitudes afanosas y sórdidas que merodean,

De los años vacíos e inútiles de los demás, yo entrelazado con los demás,

La pregunta ¡oh, mi yo!, la pregunta triste que vuelve -¿qué de bueno hay en medio de estas cosas, oh, mi yo, oh, vida?

            Walt Whitman tuvo defensores entusiastas que apreciaron en él el carácter mesiánico de su poesía, su religiosidad místico-panteísta, su espíritu revolucionario, su concepto de la solidaridad humana, y su fe en la democracia (no en la democracia de su tiempo, sino en una futura). NO obstante también tuvo detractores de su poesía sobre todo en lo que se refiere al tema de su sensualidad poética, y ha habido críticos que lo representan como un animal que se revuelve en el cieno de sus propias sensaciones; pero estos ataques se apoyan en una parte muy pequeña de la obra entera del poeta: en ciertos pasajes del vasto “Canto de Mí Mismo” y en algunos poemas de “Hijos de Adán”, y en este sentido citaría el propio autor: “Dulce, sensata, serena Desnudez de la Naturaleza. ¡Ah, si pudiera conocerte realmente, una vez más, la pobre humanidad enferma, lasciva, de las ciudades! ¿No es entonces indecente la desnudez? No, no en sí misma. Indecentes son vuestros pensamientos, vuestros temores, vuestra respetabilidad”.

A la hora de leer Hojas de hierba de Walt Whitman no debemos eludir la obra de Eduardo García Escribir un poema de la editorial Ediciones y Talleres de Escritura Creativa Fuentetaja.

            Al tratar Eduardo García el recurso del “paralelismo” expresa que una anáfora se construye apoyándose en una palabra o expresión como: “mientras”, “ya que”, “cuando”, “hay”, “de los”; o bien un sustantivo, adjetivo, verbo, adverbio…

            Por su parte el paralelismo consiste en dos hechos:

                                   -la repetición parcial o completa de grupos de palabras con un sentido propio

                                   -o la repetición de una misma estructura sintáctica.

            El siguiente poema de Walt Whitman  tiene tanto una característica como la otra, es decir, bien repite grupos de palabras con un sentido, bien repite la estructura sintáctica:

            El poema dice:

Nadie puede adquirir por otro –nadie.

Nadie puede desarrollarse por otro – nadie.

La canción es para el cantor, y vuelve a él,

La enseñanza es para el maestro, y vuelve a él,

El asesinato es para el asesino, y vuelve a él,

El hurto es para el ladrón, y vuelve a él,

El amor es para el amante, y vuelve a él,

El don es para el donador, y vuelve a él infaliblemente

El discurso es para el orador, la representación es para el actor y la actriz,

            no para el auditorio,

Y no hay hombre alguno que comprenda otra grandeza ni bondad que

las suyas, o el índice de las suyas.

En los dos primeros versos la estructura sintáctica es la misma:

Sujeto + verbo+ complemento directo + complemento circunstancial  + pronombre indefinido. Expresando con la palabra nadie la figura retórica de la epanadiplosis que consiste en repetir tanto al principio como al final del verso la misma palabra.

El resto de versos reiteran la misma estructura sintáctica con el verbo copulativo ser.

Los finales de verso, en su mayoría y vuelve a él, aluden a la otra característica del paralelismo, es decir, la repetición parcial o completa de grupos de palabras con un sentido propio y vuelve a él tiene este sentido pleno de grupo de palabras que no le hace ser una  epífora a final de verso.

Los paralelismos se reiteran en versos contiguos, en lugar de hacerlo en versos alternos.

Asimismo podrían considerarse paralelismos extensos porque repiten la estructura sintáctica casi en su integridad. Este tipo de paralelismo del verso completo se le llama tono salmódico y bien podría hacer referencia a la poesía de carácter mesiánico y religioso cuya temática cultivó bastante Walt Whitman.

La otra característica de este poema, según el libro de Eduardo García Escribir un poema, es que se atiene el poema analizado a las consideraciones de que mantiene una enumeración donde cada frase o verso es uno de los  elementos enumerados, que enumeran profesiones  como el maestro, el orador, etc., o actividades del ser humano, aunque sean ilícitas algunas de ellas como el asesinato y el hurto.

Las enumeraciones clásicas tienen cierta tendencia a la estructura de tres miembros, así en los versos: /El don es para el donador, y vuelve a él infaliblemente/ y / El discurso es para el orador, la representación es para el actor y la actriz/ parece atenerse Walt Whitman a condensar una enumeración clásica de tres miembros más que en el resto de versos, de paralelismos idénticos. Esta enumeración clásica de tres miembros se atiene a “la ley de los miembros crecientes” porque comprende un mayor número de sílabas en cada uno de estos versos citados con respecto al resto de los versos del poema.

            *Encarnación Sánchez Arenas

  

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