Claustro Poético

Boletín virtual de poesía, edición trimestral. Nº 46. Otoño-2016

Asociación Cultural Claustro Poético

 

  Director: Juan Carlos García-Ojeda Lombardo

  Coordinador: Juan Antonio López Cordero

D.L. J-309-2005

ISSN 1699-6151

CONSEJO DE REDACCIÓN

Poemas

Otro bulanico

Sería mejor que acabase pronto

Conmigo

Quiero

Regreso al infierno

Mansiones del alba

Soneto XXXVI

Soneto XXXVII

El pescador de perlas

Las vidas asombrosas

Por quitarle a la muerte tu soberbia

Para un torero

Búsqueda en un territorio de autosuficiencia

El odio nos deshumaniza

El rostro de Dios es un rastro de amor

Mientras Dios nos ama, nosotros nos repudiamos

Otro naciente año para amar

Pertenecer al corazón de Jesús con espíritu teresiano

Sé que cohabito en perpetuidad trascendiendo


Colaboraciones

Cantera


Noticias

Premios de poesía Otoño 2016


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Mientras Dios nos ama, nosotros nos repudiamos*


   

  

Todo ser humano es una lámpara en el camino.

Sobre el camino, un rio de candelabros vivientes.

Porque la vida es puro discernimiento y cercanía.

 

Allá donde todo se vive en familia, nace el amor.

Un amor que no quiere ser poseído, sino amado.

Porque al amor le basta amar para vivir en el otro.

 

Vivimos por la familia y por la familia estamos.

Florecemos en familia y en familia cohabitamos.

Porque al cohabitar, coexistimos queriéndonos.

 

Querer es desvivirse por aquellos que amamos.

Somos para los demás lo que somos para uno.

Porque amar es donar tu propia casa, el alma.

 

Jamás dejes de llamarme tu alma para ser tu vida.

Que siendo tu vida, seremos mucho más corazón.

Porque un corazón sin coraza es pura inocencia.

 

Quiero ser tu anhelo, aunque muera de emociones.

Y el niño de tus deseos, en la niña de tus ojos.

Porque, al fin, los sentimientos son perennes.

 

Y tan eternos como tiernos, pues todo viene de Dios.

De Dios viene la palabra que va hacia el silencio.

No rompamos ese mudez con ninguna traición.

 

Porque el amor no entiende de verbos, sino de paz,

y porque lo armónico es un espíritu sin abecedarios,

quitémonos lenguajes que no alumbran las noches.

 

Que quien con Dios convive, vive porque sí.

Porque sí, eso es el amor, un porque sí perpetuo.

Lo más evidente es que Dios nos ama a pesar de...

 

Sí, sí, a pesar de nuestras debilidades, a pesar

de nuestros pesares; y, lo más misterioso,

es que mientras nos repudiamos, ¡Jesús nos acaricia! 

 

             *Víctor Corcoba Herrero, 14 de mayo de 2016.

 

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