Claustro Poético

Boletín virtual de poesía, edición trimestral. Nº 26. Otoño-2011

Asociación Cultural Claustro Poético

 

  Director: Juan Carlos García-Ojeda Lombardo

  Coordinadores: Fernando R. Ortega Vallejo y Juan Antonio López Cordero

D.L. J-309-2005

ISSN 1699-6151

CONSEJO DE REDACCIÓN

Poemas

Ecos del desvelo

Elegía modernista

La noria y la harina

Viuda

Otra vez cristal

Noche desenhebrada

Vas abriendo el espacio

Calle de ausencias

Sobre el ser

Cada tarde

Caminas

A los lectores de mundos

El futuro

Quien se ríe de sus vecinos, no es libre

Tengo algo que decir

Vigilante a la poesía de Dios

Vivir en el pensamiento


Colaboraciones

Aforismos sobre la poesía

Silencio


Noticias

  II Premio Iberoamericano de poesía 2011

  VII Premio de Poesía Luis López Anglada

  XI Premio de Poesía Leonor de Córdoba  

 


Colaboran en este número


Nos anteriores

 


 

 

Noche desenhebrada*


 

En esta noche gélida, desenhebrada, triste,

Ausente de lumbres y de luciérnagas azules,

El frío cala los poros de la desesperación,

Convirtiendo en desencanto el próximo amanecer.

 

Es la larga soledad temblorosa ante tu ausencia.

Es la ausencia de tu imagen, tan querida y amada.

Es el lejano eco de tu voz que se ha perdido

En las ondulaciones donde muere la esperanza.

 

Es el agobio de largas noches, desenhebradas.

Largas y sombrías como el camino hacia mis deseos;

Desenhebradas como palabras sin ilación,

Muriendo en las ondas frías de la desesperanza.

 

No todo está perdido.  Mientras, ya corren las horas.

Tu presencia va tomando lugar en mi mente.

Y la soledad se rinde sin poner condiciones.

El amor todo lo puede y llena nuestros espacios.

 

Allí estamos los dos, juntos, buscando sentimientos,

Uniendo nuestro pensamiento en haz esperanzador,

Respirando el dulce perfume de los pinares

Y bebiendo a sorbos ilusiones compartidas.

 

La noche se vuelve cálida, acogedora y lenta

Y yo me refugio en ella mientras dura la espera;

Mas, cuando aparecen en mis imaginados sueños

Hay luz de celajes que inundan el amanecer.

 

Y me abrazas y me besas y me dices palabras

Y se invaden los poros de la más tierna ilusión;

Se ha forjado un enjambre de brillantes luciérnagas

Que iluminan la senda por donde viaja el amor.

 

 Van pasando las horas y se escapa el espanto,

Sólo queda el silencio, la quietud en la estancia,

Apenas se percibe lo estentóreo del llanto

Porque desde muy adentro solloza el corazón.

 

Se ha escapado la noche de un tiempo sin regreso,

Pero dejó listones incrustados en el ser,

Y allí quedaron perennes cual faros encendidos,

Alumbrando este anhelo por si te vuelvo a ver.

 *Marina de la Cueva

  

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