CAPITULO III

2.2. La Ganadería.

La ganadería ha sido siempre en Pegalajar un complemento de la agricultura. Se ha basado principalmente en las tierras de propios y monte, las que en su mayor parte se arrendaban por subasta para el aprovechamiento de los pastos, como las dehesas de Bercho y el Cuchillejo, o bien eran de aprovechamiento para el común de vecinos, como la Serrezuela y baldíos del Haza Colorada y Hoyo de la Sierra.

A mediados del siglo XVIII, en 1752, la cabaña ganadera en Pegalajar era la siguiente:

Yeguas 44 cabezas Vacuno cerril 15 cabezas

Ovejas 244 " Carneros 8 "

Cabras 800 " Machos cabríos 200 "

Cerdos 260 " Asnos 160 "

Vacuno 41 yuntas Caballar 6 yuntas (201)

Como vemos, existía un mayor número de yuntas de ganado vacuno que caballar, pues las labores de arado eran realizadas casi por completo por yuntas de bueyes.

Hay que tener en cuenta que además del ganado reflejado existían una indeterminada cantidad de aves de corral, que no aparecen reflejadas en esta estadística y debían suponer un hecho importante en la dieta alimenticia de la población. En la primera mitad del siglo XIX aún continuaba el ganado vacuno superando en número al caballar, mular y asnal.

En 1.811, el ganado estaba repartido en especie y número de la siguiente forma:

Vacas 55 cabezas Bueyes 25 cabezas

Becerros 11 " Caballos 2 "

Mulos de carga 17 " Yeguas domadas 13 "

Yeguas por domar 7 " Mulas de carga 18 "

Burras 144 " Burros 46 "

Carneros 186 " Machos cabríos 180 "

Ovejas vientre 1.098 " Ovejas no paren 252 "

Cabras de vientre 596 " Cabras no paren 269 "(201)

En esta época ya se puede constatar la existencia de un albéitar en la localidad (202).

Con relación al siglo XVIII vemos un aumento del ganado ovino y la desaparición del de cerda. Este aumento del ganado ovino no se mantendrá toda la primera mitad del siglo XIX, pues en 1821, las cabezas de ganado lanar vuelven a ser escasas; no las de cabrio, que mantienen su creciente importancia en relación a las demás especies ganaderas. El temor a la desamortización de Propios en 1.821, hizo que se vendieran muchas cabezas de ganado apresuradamente, pues de los Propios eran los pastos fundamentales para el mantenimiento de la cabaña ganadera (203).

En 1848, el ganado lanar volvió a elevarse en número, de tal forma que éste y el cabrio eran los más importantes en cuanto a cantidad. Entre los animales de caza destacaban las perdices, los conejos y los jabalíes (204).

A mediados de siglo, había también una serie de animales considerados dañinos, por ser competidores de la caza y ganadería del hombre. Por la extinción de estos animales se pagaban importantes recompensas, como las siguientes:

Reales Reales

Una loba 100 Un lobo 80

Un lobezno 55 Una zorra 10

Un zorrillo 5 Un zorro 10

Un gato 10 Un águila 10

Un pollo águila 5 Un tejón 8

Un tejón pequeño 5 (205).

En 1858, el número de cabezas de ganado lanar y cabrío había aumentado considerablemente. El existente en Pegalajar en este año era el siguiente:

 

Mular 130 cabezas Caballar 81 cabezas

Asnal 316 " Vacuno 28 "

Cabrío 1.679 " Lanar 3.440 "

Cerda 329 "

Se va produciendo una disminución paulatina del ganado vacuno, debido sobre todo al abandono de las yuntas de bueyes. Estos ganados pastaban en el Hoyo de la Sierra, Barranco Huberos, Fuente del Albercón, Peñuelas, Ninches (Baeza), Mata Begid (perteneciente a los Propios de Jaén), Cortijo de la Sima, Cuartos de Cabrera, Cortijo de la Encina, Cabo del Río, Torrecillas, Umbría y Dehesa de Bercho (206). La cantidad de pastos y eriales en el término municipal de Pegalajar en 1887 tenía una extensión aproximada de 1.850 hectáreas (207). La dehesa de Bercho continuaba siendo la más importante del término (208).

A mediados del siglo XIX, las servidumbres pecuarias del término prácticamente se mantenían en su primitivo estado, en cuanto a la anchura, las que bastaban para las necesidades de la localidad, "bastante reducida por cierto" en 1858. Aunque ya algunos hacendados habían ocupado parte de las vías, pero sin queja por parte de los ganaderos (209). Las vías pecuarias eran las siguientes:

- Cordel de los Carriles. Le corresponde una anchura de cuarenta y cinco varas, equivalentes a 37,61 metros, con una longitud aproximada de unos 4 km. Transcurre en su trazado de la siguiente forma:

Procede del término municipal de Torres y entra en éste por la Fuente del Ratón, con dirección al Suroeste y va faldeando al Cerro de Almadén, que queda al lado izquierdo, dejando por la derecha el Vivero y Casa Forestal para seguir a la Fuente de los Canónigos, que deja a la izquierda.

Sigue bajando y cruza el Barranco de la Tejera llevando como eje el del camino de los Carriles para pasar por los olivos del Altezón que deja a la derecha y seguir al Cortijo del Cañadón, que queda también a este lado algo apartado del Cordel.

Continúa hacia el pago de la Majada de las Yeguas por donde cruza entre terrenos de monte y tierra calma, que deja a izquierda y derecha respectivamente, para llegar al puerto de Villanueva, en la divisoria de este término con el de Cambil, por el que continúa.

- Vereda de la Fuente del Ratón a Mojón Blanco. Le corresponde una anchura legal de veinticinco varas, equivalentes a 20,89 metros y tiene una longitud aproximada de 2,5 km. Sale del Cordel de los Carriles, en la Fuente del Ratón y, tomando como eje la divisoria de este término municipal con el de Torres, llega a Mojón Blanco, donde emplama con la colada de la Fuente de la Teja.

- Vereda Real de Ubeda a Granada. Le corresponde una anchura legal de veinticinco varas, equivalentes a 20,89 metros, y tiene en el término una longitud aproximada de unos 12,5 km. Penetra el término procedente de Mancha Real por la Francia, sigue hasta llegar al Descansadero-Abrevadero de Puerto Alto, descansadero éste que tiene una forma irregular, con una longitud de unos 200 m. y anchura media de 150 m. Continúa vereda por las Revueltas del Puerto hasta llegar a las eras del Ejido, continuando por el Camino Real y los Cotillos, cruza el río Guadalbullón, toma el carril de la Casería de los Frailes y continúa hasta la cañada de La Guardia, hasta llegar al abrevadero de la Fuente de los Yesos, donde existe un pequeño ensanchamiento. Cruza el camino de Jaén por el Cortijo del Chaval y tuerce a la izquierda para faldear el Cerro del Moroche. Continúa barranco arriba hacia la Fuente de las Víboras, siguiendo por la vereda de la Fuente de la Plata y va a salir a la jurisdicción de Campillo de Arenas.

- Vereda de la Cima. También con una anchura de veinticinco varas o 20,89 metros, y tiene una longitud de unos 7 km. Procede del término de Cárchel y entra en éste por la Majadilla de Cobos, cruza la vereda anterior para entrar en el cortijo de la Cima. Deja a la derecha el Barranco de la Encina, también la casería del Cortijo de Palma, hasta llegar al término de La Guardia.

- Colada de la Fuente de la Teja. Le corresponde una anchura de 8 metros y una longitud aproximada de 6 km. Sale de la vereda de la Fuente de Ratón o Mojón Blanco con dirección a poniente por el camino de las Llanas, toma la divisoria del término municipal de Mancha Real y sigue hasta el Pilar de los Charcones, que queda dentro de la colada y llega al abrevadero de la Fuente de la Teja. Continúa por el Ranchuelo y Hoyo de las Vacas y llega al abrevadero del Puerto Alto, donde termina su recorrido.

- Colada de la Alcantarilla. También con una anchura de 8 metros, y una longitud de cuatro km. Sale del pueblo por la carretera de Jaén y por los parajes de la Cañada de Valmoso y la Alcaidía llega al del olivar de la Cruz, donde se aparta de la carretera, para tomar el Camino Viejo por la Cuesta del Horcajo, hasta llegar al Puente de la Alcantarilla en la carretera de Jaén a Granada. Cruza el Río Guadalbullón por el vado del Cortijillo, sigue por el monte entre el Cerro Prior y el del Cuchillo, hasta llegar al abrevadero de Los Yesos, en la vereda de Úbeda a Granada, donde finaliza su recorrido

(210).

Existió otra importante vía pecuaria de origen medieval que el tiempo dejó borrada en su paso por el término de Pegalajar. Esta vía daba acceso a la parte occidental de Sierra Mágina, donde se encontraban los pastos de Mata Begid. En su libro, Tomás Quesada nos descubre su recorrido, según lo describió Pedro Calvente, prioste de la cofradía de Santo Domingo de los Pastores, en 1518:

"... todo el ganado pasaba el Guadalquivir en las cercanías de Mengíbar, situado a unos 20 kms. al Norte de Jaén; desde allí seguían en dirección Sudeste pasando por Villargordo hasta dar en Arroyovil, cerca del castillo de Recena; desde aquí seguían hasta Cambil por el camino que guardaba esta torre; y aquí se bifurcaba el camino: hacia el Sur, por Arbuniel, hasta Montejícar" (211).

Sabemos que la Torre del Moral estaba situada en el actual paraje de Las Pilas de Mancha Real, a los pies del camino del Puerto, antigua vía que comunicaba Mancha Real con Pegalajar; por lo que debía seguir el antiguo camino de Cambil desde Mancha Real, el cual atravesaba el término de Bercho por la Fuente de la Teja, a salir al término de Cambil por el Puerto de Villanueva. Hoy día este camino y antigua vereda ganadera está en muchos tramos perdido, aunque aún hoy día se pueden observar sus restos. Incluso en la toponimia local han quedado restos de él y de su antigua función ganadera, ejemplo de ello es el paraje conocido como "Hoyos de Veravieja" o vereda vieja, situado en el término de Bercho.

Por otra parte, a principios del siglo XX, se intentó dar un empuje a la cría de ganado caballar. Por Real Decreto se constituyó la Junta Municipal de Cría Caballar el 24 de marzo de 1902, lo que en los primeros años no supuso un importante desarrollo de este tipo de ganado en Pegalajar, pues poco había variado el número de cabezas desde la fundación de la Junta, en 1902, a 1906. En estos años el número de cabezas era el siguiente:

En 1.902 54 caballos y 137 mulos

En 1.906 1 caballos y 146 mulos (212)

En los años siguientes, el ganado caballar fue aumentando paulatinamente, sobre todo los mulos, que desplazan de una forma total al ganado vacuno en las labores de la tierra. El número de las especies cabrio, lanar y cerda disminuye considerablemente, de tal forma que el número de cabezas en 1923 se distribuye de la siguiente forma:

Mular 220 cabezas

Caballar 54 "

Asnal 300 "

Lanar 800 "

Cabrío 900 "

Cerda 150 (213)

La Guerra Civil supuso una sensible pérdida en la cantidad de ganado existente en Pegalajar, aunque no tan importante como durante la crisis alimenticia de 1946. A continuación reflejamos la relación ganadera de Pegalajar en 1945 y 1947:

1945 1947

- Ganado de trabajo:

Caballar 72 60

Mular 194 182

Asnal 216 191

Vacuno 25 48

- Ganado renta:

Vacuno leche 27 14

Lanar 578 330

Cabrío 959 703

Aves 3.071 2.567 (214)

Esta proporción fue manteniéndose en años posteriores, destacando quizá la paulatina desaparición del ganado vacuno y el desarrollo de las aves, gracias a la granja avícola que se instaló en los años posteriores, hasta su desaparición. Los últimos datos de finales de los ochenta presentan la siguiente distribución:

 

Nº de cabezas

Bovino 0

Ovino 1.600

Caprino 200

Porcino 145

Aves 57 (215)

El ganado mular, asnal y caballar también ha venido a menos por la paulatina mecanización agrícola, aunque mantiene una importante presencia.