CAPITULO I
2. La Edad Antigua.
De época ibérica es también el yacimiento de la Torre de la Cabeza, seguramente ibérico pleno o tardío (siglos IV-III a.n.e.). La cerámica que aparece es escasa. Posiblemente fuese una "turris" o recinto fortificado de carácter defensivo, de control, etc.
De época romana son los yacimientos esparcidos por el término municipal, correspondientes a pequeñas necrópolis y "villas", que nos indican la existencia de un hábitat disperso de población, con una economía agro-ganadera. A este tipo pertenece la necrópolis del Puerto Alto, donde aparece cerámica de tierra sigilata, trozos de tégula romana procedentes de las cistas funerarias y un altar labrado en piedra, de los que se solían colocar junto a los caminos sobre las tumbas. Este puerto fue una importante vía de comunicación entre la zona de Granada y la Loma de Úbeda.
Otras necrópolis romanas son las del Colmenar, la Canteruela, los Charcones, el Llano de la Peñuela, la Nogueruela,... En Batacazos aparece también cerámica romana en escasa cantidad, pero no tégulas, por lo que posiblemente responda a la ubicación de una pequeña "villa" romana. De igual forma que el localizado junto al hoy perdido camino de Cambil a Torres, donde aún se pueden observar algunos cimientos de la primitiva construcción, al lado de ésta existía una pequeña necrópolis. En la Torre de la Cabeza también aparece cerámica romana hecha a torno. Seguramente la función de esta torre fue semejante a la de época Ibérica. De la fase cobre-bronce, ibérica y romana no se conservan estructuras ni de fortificación, ni de hábitat (1).
El castillo de las Peñuelas, situado dentro del casco urbano de Pegalajar, es posible que tenga un primitivo origen romano, pero es algo que no podemos asegurar. Nos induce a ello el hecho de la aparición de una moneda romana a los pies del primitivo recinto amurallado y la afirmación que en 1859 hace el Ayuntamiento sobre "el castillo ruinoso que del sistema romano se eleva sobre un peñasco en la parte media de la villa", que es utilizado como referencia para medir las distancias; mientras otros puntos, como algunas torres a las que más adelante haremos referencia, son considerados del sistema moruno" (2). Es probable que algún hallazgo romano a mediados del siglo XIX diera lugar a esta consideración, ya que lo corriente ha sido considerar al castillo como de origen árabe.
Considerando la vía de paso que a lo largo del término supone el valle del río Guadalbullón, en 1975 se descubrieron cuatro miliarios en La Cerradura (3), los que dan a conocer la existencia de una importante vía romana que pasaba por la Cerradura y La Guardia (Mentesa Bastetanorum), desaparecida por una violenta erosión. Esta ruta fue construida por Augusto en los años 8 al 7 a.n.e. y los cuatro miliarios descubiertos corresponden a las cuatro sucesivas reformas y mejoras realizadas por:
I. Adriano, 136.
II. Máximo Daza, 305.
III. Constantino, 307-317.
IV. Crispo, 317-326 (4).