CAPITULO I
1. La Prehistoria.
En Pegalajar, los hallazgos prehistóricos hasta ahora encontrados están localizados en las Cuevas de los Majuelos y en la Torre de la Cabeza.
Las Cuevas de los Majuelos son dos cuevas naturales situadas al Norte de la población, junto a la carretera local que comunica los pueblos de Mancha de Real y Pegalajar a unos 500 metros de este último. La primera de ellas, conocida desde siempre y de gran extensión, forma una amplia sala cubierta por una gran cúpula de piedra natural. La segunda fue descubierta a mediados de la década de 1970, tenía una pequeña y dificultosa entrada tapada por piedra y consta de varios recintos pequeños y comunicados entre si.
Estas dos cuevas hubieron de ser habitadas paralelamente en el tiempo, pero los hallazgos arqueológicos han aparecido en la segunda cueva. En ésta aparece cerámica bruñida con mamelones sin bruñir, muy tosca, también aparecen puntas de flecha de cobre malo. La escasez de material metálico contrasta con la gran abundancia de material de silex. La gran cantidad de lascas de devaste sin trabajar (de deshecho) y la aparición de restos humanos junto con útiles de hueso, silex y piedra pulimentada induce a pensar que es un enterramiento en cueva. El material más rico de esta cueva lo constituyen cuchillos, de sílex con base cóncava y su ubicación temporal es problemática.
Es probable que en principio fuese utilizada como hábitat, de ahí el material de deshecho de sílex, y después como enterramiento; esta última función del yacimiento podría corresponder a finales de la Edad del Cobre, a principios del segundo milenio a.n.e.
El cerro de la Torre de la Cabeza es otra referencia prehistórica existente en el término. En este yacimiento se mezclan una serie de hallazgos correspondientes a las épocas del cobre, bronce, ibérica, romana y medieval. En la época del cobre-bronce aparece una cerámica decorada, pintada con motivos geométricos y bruñida, hecha a mano. Por la escasez de este material no se puede ubicar exactamente en el tiempo, pero seguramente corresponde a la mitad del segundo milenio a.n.e. Este yacimiento está situado en la ladera Oeste del monte, a unos cien metros de la Torre de la Cabeza.