Trascastillo.

El Trascastillo es la continuación de la calle de los Pozos, continuando la única vía paralela al eje principal del pueblo, separadas ambas vías por el cerro de la Peñuela. Como su nombre indica, bordea el antiguo recinto del castillo de la Peñuela por le Norte, zona opuesta a la puerta principal, que hoy es el Arco de la Encarnación.

Esta calle cruza el paso que dejan entre sí el cerro de la Peñuela y la Serrezuela. Allí el viento, encajonado por el relieve, arrecia en los crudos días de invierno. Su nacimiento puede fecharse en el siglo XVI, cuando el casco urbano comienza a dar los primeros pasos hacia el Este, bordeando el castillo. Fue en la segunda mitad del siglo XVIII cuando se hizo camino principal hacia la Iglesia, situada dentro del recinto amurallado; para lo cual hubo de romperse el muro, construyéndose una amplia escalinata que salvaba el desnivel entre la lonja de la Iglesia y el Trascastillo, junto con una puerta en la lateral del edificio de la Iglesia frente a dicha escalinata; nueva puerta para los fieles, que hasta entonces utilizaban la calle Peñuelas y la puerta Suroeste para entrar a la Iglesia. Hasta hace algunos años aún quedaban los restos de la calzada que desde la calle Peñuelas cruzaba la lonja hasta la Iglesia. A partir de entonces, esta puerta principal dejó de ser utilizada y hace algunos años tapiada por haber sido puerta de entrada para los ladrones.

Desde tiempos medievales la Iglesia ha estado bajo la advocación de la Santa Cruz, sustituyó en el siglo XVI a un templo anterior arruinado. Hacia 1580 se procedió al planteamiento de su trazado y a su ejecución en los años siguientes, obra de Alonso Barba. Una segunda fase se desarrolló entre 1605 y 1620. La proximidad de la torre principal del alcázar sería el motivo de su aprovechamiento como torre campanario de la Iglesia, construyéndose en ella el cuerpo de campanas. Fue en esta época cuando comenzaron a venderse las capillas de enterramiento para particulares existentes dentro de ella. Sobre los cadáveres inhumados en estas capillas dice Sebastián Miñano en su Diccionario Geográfico Estadístico de España y Portugal (1826) que se conservaban por largo tiempo incorruptos, debido a la mucha frescura y ninguna humedad. En la lonja de la Iglesia fue ubicado a partir de 1821 el cementerio municipal, debido a la sana ventilación y estar amurallado su recinto, hasta que fue construido el actual en 1854.

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