Cruz Alta. Es una de las calles más jóvenes de Pegalajar. Nació oficialmente el 27 de julio de 1989, junto con algunas otras. Sin embargo, no es una ampliación del casco urbano la zona que ocupa. La calle recorre en corto espacio una fuerte pendiente de la Serrezuela, ocupando a su paso un lugar que sirve de cauce a las aguas pluviales, que arrastran piedras y tierras en los días de tormenta. A ambos lados, las seculares cuevas del Romeral aún abren sus entrañas en la tierra. Hoy en su mayor parte degradadas, mal cuidadas, sólo sirven de refugio de animales, como cuadras, pocilgas y gallineros. Junto a ellas, en los antiguos patines se han levantado algunas casas y se ha adecuado la calzada, cambiando el paisaje lentamente, siendo pues uno de los motivos de nominarla. Así como el de conectar los barrios del Romeral Alto y Chorreadero con la parte baja del pueblo, cuya comunicación era bastante precaria para los vehículos. Se le ha dado el nombre de Cruz Alta en memoria de la ermita que se ubicaba en la Serrezuela, junto al camino que desde el Romeral sube al cerro y lo circunvala, lugar hoy plantado de pinos y donde aún pueden observarse sus cimientos. Esta ermita, construida por un particular a principios del siglo XX, fue de vida corta, desapareciendo a mediados de este siglo. No llegó a tener un culto importante, por lo que no fue posible su mantenimiento. A unos metros de ella y a un nivel más bajo, el paraje del Santo también recuerda otra ermita -quizás la de San Marcos-, desaparecida también siglos atrás. Ambas estaban ubicadas en un lugar privilegiado, donde se divisa todo el valle del Guadalbullón y gran parte del término. |