Real.
Con este nombre se denomina una de las calles históricamente más importantes del pueblo. Se extiende desde la Plaza de la Constitución a la calle Carnicería, ya cerca de la puerta de Jaén del antiguo castillo, hoy conocida como Arco de la Villa o de la Encarnación. Forma parte del eje principal y antiguo camino real que atraviesa el pueblo y, quizás, de ahí la denominación de Real con que ha sido conocida desde hace siglos.
Esta calle debió formar parte en época medieval del antiguo camino que, pasando junto el arrabal, llegaba al castillo. Más tarde, cuando en el siglo XVI Pegalajar deja de ser zona de frontera y se produce un fuerte crecimiento demográfico, este camino -delimitado en parte por el antiguo arrabal- se convierte en calle, que hasta el siglo XIX será de las principales del pueblo. Aún quedan restos de antiguas casas, como la de la Santa Inquisición, en la que se conserva una portada del siglo XVI con su escudo. Vivieron en esta calle también la familia de hidalgos de los Cabanillas, cuyo apellido prácticamente ha desaparecido del pueblo, pero que durante siglos ejercieron un importante papel en la vida municipal, y que quizás estuviesen emparentados con aquél Rodrigo de Cabanillas, capitán de Fernando III que luchó en la toma de Pegalajar el 20 de diciembre de 1243 -según Lorenzo Morillas Calatrava-.
La calle Real, hasta los años sesenta de este siglo, mantuvo su primitivo trazado, que también dificultaba el paso de los vehículos pesados. Desde entonces algunas casas han sido recortadas, siguiendo el plan de ensanche de la vía principal del pueblo. Por ello ha perdido parte de fisionomía secular. Aún existen casas amenazadas por el progreso, esperando con paciencia que con los años llegue su turno. Así las cosas, continúa el paso de vehículos pesados, las consiguientes roturas en la red de aguas y los periódicos atascos de circulación.
Como otras calles principales del pueblo, sufrió en el pasado modificaciones en su denominación. Con la llegada de la II República, en 1931, se le dio el nombre de Pi y Margall, en memoria del primer presidente republicano que hubo en España. Fue político, jurisconsulto y escritor (1824-1901), que defendió las ideas federales. Las sublevaciones cantonales de la I República le obligaron a dimitir como presidente.
En 1939, tras la Guerra Civil, la calle cambió el nombre por el de General San Jurgo (1872-1936), que había sido director general de la Guardia Civil y de Carabineros. El 10 de agosto de 1932 se sublevó contra el gobierno republicano en Sevilla, por lo que permanecía en el destierro cuando el Alzamiento de 1936. Murió en un accidente de aviación cuando pretendía trasladarse a España desde Portugal para sumarse al Movimiento Nacional.
Y fue en 1980, cuando el ayuntamiento democrático, para cerrar las heridas de la postguerra, le devolvió su nombre primitivo de calle Real. Nombre que en realidad nunca dejó de llamárselo la población.