Tosquilla.
Es una estrecha calle de inclinada pendiente, que se extiende por la ladera Oeste del cerro del castillo, entre las calles Real y Trascastillo, comunicándose a lo largo de su trazado con las calles Peñuelas y Zumbajarros. Ya en su tramo final, las casas lindaban en su parte posterior con la muralla medieval de la fortificación, hoy día desmoronada. En una de ellas, situada junto a la anchura que sirve de pequeña plaza de aparcamientos, estuvo ubicada una escuela de Instrucción Primaria hasta la creación de los grupos escolares a comienzos de la década de 1960.
El nacimiento de la calle Tosquilla se puede fechar en la primera mitad del siglo XVI. Su proximidad al antiguo arrabal y al castillo fue fundamental para su pronta edificación, dentro del proceso de amplio crecimiento demográfico de aquel siglo. Como otras calles del pueblo, tiene ésta su homónima en la ciudad de Jaén, calle medieval de inclinada pendiente. Quizás, porque Pegalajar dependió de la ciudad de Jaén hasta 1559 y porque presenta cierta similitud topográfica, esta calle recibiera tal denominación. Además, por su ubicación en pleno cerro rocoso, es propio este nombre popular para definirla. Aunque a mediados del siglo XVIII se le denominaba también calle de Ríos o Tosquilla -indistintamente-. Con bastante probabilidad, este primer nombre se debería a algún personaje local que viviese en ella, pues el apellido Ríos es muy antiguo en Pegalajar.