Autor Francisco Almagro Herrera (Plaza). Es una plaza de muy reciente denominación, agosto de 1992. Anteriormente había formado parte de la calle Eras y era conocida popularmente como la Explanada. Desde hace siglos y hasta el comienzo de los años cincuenta, este espacio lo ocupaba el ejido de la Presa o eras del Caño de la Presa. A raíz de la adecuación del estanque y posteriormente de su entorno, las eras desaparecieron; surgiendo en la década de los cincuenta, tras allanar el terreno, la explanada como un lugar complementario del nuevo parque, que había de servir de expansión para algunas actividades, sobre todo las de campo de futbol y ferial, actividad esta última que hoy continúa. A su alrededor existían pocos edificios. A principios de siglo, un muro, bajo el cual pasa el caz del Bañuelo labrado en la misma piedra, delimitaba este espacio al Sur, mientras la calle Eras lo hacía por el Norte y Oeste. Al Este se encontraba un corralón. Allí se ubicó una polémica fábrica de extracción de aceite de orujo por el método de sulfuro de carbono en 1932. Ya en 1929, Lucas León, Luis Siles Ruiz, Lucas Gómez y Gaspar Espinosa solicitaron permiso al ayuntamiento para instalarla en aquel lugar -edificio propiedad de José Valverde Pérez-, pues necesitaban una porción de agua del embalse para la refrigeración de las calderas. El Ayuntamiento denegó la solicitud basándose en el informe del jefe de Inspección de Fábricas y Talleres de la Provincia, que informó del peligro de instalación de dicha fábrica en el casco de la población, pues estaba a unos cien metros de las viviendas. Vino a justificar su peligro la explosión de una de las calderas poco después. Fue incautada durante la Guerra Civil y en 1937 abandonada por su mal estado. Posteriormente, aquél edificio sirvió para errar las caballerías, y en la década de los ochenta fue construido un local de hostelería. A mediados de siglo surgieron almacenes y cocheras en la parte Sur de la plaza, que en esta última década de los ochenta han desaparecido, construyéndose edificios de viviendas de nueva planta. También por ella tiene entrada el Colegio Público Virgen de las Nieves, construido a finales de la década de los setenta, ocupando un lugar perteneciente a las huertas del Bañuelo. Y en este último año de 1992, junto a estos edificios, se está construyendo la Piscina Municipal, en un lugar que también tiene su entrada por la plaza y que fue adquirido años atrás por el Ayuntamiento para habilitar el campo de fútbol. Esta explanada hoy está lo suficientemente habitada para ser considerada plaza, de ahí que la Corporación Municipal lo haya acordado por unanimidad, dándole el nombre de Francisco Almagro Herrera, al mismo tiempo que se le nombraba hijo predilecto de Pegalajar. El día 5 de agosto de 1992 tuvo lugar el descubrimiento de la placa conmemorativa con la presencia de Francisco Almagro Herrera. Un homenaje en vida a un hombre con una larga trayectoria de compositor y poeta autodidacta, que a sus ochenta años aún continúa escribiendo. Es el mayor de diez hermanos, condición ésta que le hizo indispensable en el pequeño negocio familiar de esparto, por lo que sólo pudo asistir dos años a la escuela. Sin embargo, su constancia y esfuerzo le llevaron a realizar por correspondencia los estudios de Cálculo Mercantil y Contabilidad. Tras el servicio militar se colocó de botones en una empresa madrileña y su valía le hizo escalar poco a poco peldaños hasta llegar a la dirección. Fuera del trabajo, siempre tuvo tiempo de dedicarse a la composición de canciones, para las que tiene un especial don. Desde pequeño cantaba, vocación que existía en el ambiente familiar. Lo hacía tan bien que le apodaban "el Marchenilla" y "El Niño del Romeral". A lo largo de su vida, de él han surgido más de mil canciones -de las cuales tiene registradas unas ochocientas- y numerosas poesías, publicadas en gran parte. Ha compuesto canciones a Manolo Escobar, Juanito Valderrama, Alfredo Kraus, Emilio el Moro, Mairena, Rosa Morena, El Fari...; y entre ellas podemos destacar Martillo Amargo, Ovejita Lucera, Almería, Carita de Nieve, Que llueve, Toro Nevao, Qué bonita es la amapola, Espada de Luna, pasodobles (entre ellos el Himno a Pegalajar), etc., etc. Un gran currículum para un gran hombre, al que la vida no le ha regalado nada, y a cambio ha dado lo mejor de sí a los demás. Un gran hombre con una gran alma, como lo recoge una de sus estrofas:
Yo tengo el alma limpia como el azul del
cielo |