4. Los inicios del Plan de Ordenación de 1952 El verdadero cambio de la morfología urbana se produce en Jaén a partir de 1950, en torno al nuevo eje que lleva a la Estación de Ferrocarril, ubicada a un kilómetro de la antigua plaza del Mercado -hoy de la Constitución-. Este paseo es conocido actualmente por paseo de la Estación, como popularmente se le bautizó. En un principio atravesaba una zona de huertas que, por sus características de terreno fértil y de regadío, mantuvieron su presencia entre las edificaciones que iban surgiendo lentamente en los laterales del mismo. A la vez que el paseo se urbanizaba, surgieron nuevos barrios en el extrarradio, fuera de la zona de ensanche, barrios de trabajadores. Es el reflejo de un incremento poblacional impresionante para la ciudad, más aún en una época en que la totalidad de la provincia está sumida en una sangría emigratoria, lo que podemos constatar en el siguiente cuadro:
El crecimiento poblacional se ve acompañado de un amplio crecimiento urbano. Surge el barrio de Santa Isabel como una promoción de viviendas económicas iniciada durante la II República y continuada durante el franquismo. Otras viviendas se promueven por encima de la carretera de circunvalación en sus dos extremos, Casillas del Obispo al Noroeste y El Tomillo al Suroeste; además del barrio de Peñamefécit al Norte y el de la Alcantarilla al Sureste, al otro lado del barranco de los Escuderos. Todavía existían a mediados del siglo XX restos de los primitivos acueductos, posiblemente romanos, utilizados en épocas posteriores, que distribuían el agua de los raudales de La Magdalena y Santa María. Los últimos restos del primero de ellos, denominado acueducto del Caño del Agua fueron destruidos en 1953, cuando se construyó el actual colegio Ruiz Giménez. El segundo duró hasta 1976, cuando todavía podían verse catorce arcadas de medio punto; estaba situado en las proximidades del barranco de los Escuderos, pues el raudal de Santa María tomaba el agua de aquel lugar, junto a la actual Glorieta de Lola Torres. Nuevos depósitos de agua comenzaron a realizarse en 1958, en el lugar de Cuatro Caminos, cerca del Jardín del Obispo. Formaban parte de la ampliación de la red de distribución de agua a la capital, en una época en que ya estaba construyéndose el pantano de Quiebrajano. A partir 1964, las necesidades del crecimiento urbano hicieron necesario un nuevo abastecimiento aguas, por lo que se conectó con la ciudad el nacimiento del Mingo. Y unos años más tarde, en 1972, el agua del río Quiebrajano. La terminación del pantano del Quiebrajano, obra del ingeniero de caminos José Visedo Navarro, en plena sierra de Jaén, suministró el agua que necesitaba la ciudad y otros diversos pueblos. El modo anárquico con que se venía desarrollando la expansión de la ciudad, una vez superado la zona del Plan de Ensanche de 1927, motivó la aprobación del Plan de Ordenación de 1952, redactado por el arquitecto Enrique de Bonilla y Mir. De este Plan dice José María Pardo Crespo: “Entre casco antiguo y ensanche este Plan ocupa una superficie de 150 has.; pequeñas zonas de expansión alrededor de las anteriores y a lo largo de la carretera de Madrid, con una extensión de 250 has. dedicadas casi exclusivamente a viviendas y comercio; y en la zona noroeste y exterior a la vía de ferrocarril Málaga-Puente Genil, se ubicaron las áreas de reserva con una extensión aproximada a 200 has. El Plan de 1952 se basa fundamentalmente en el aprovechamiento de las áreas de uno y otro lado de la carretera de Madrid, con una profundidad media de 800 a 1.000 metros y propone una solución a la expansión de la ciudad, consistente en quitar la estación de ferrocarril". Algunos aspectos de este plan, como el cambio de ubicación de la Estación de Ferrocarril, tardarían aún varias décadas en hacerse realidad. En un primer momento se ordenó la avenida de Madrid, que además tuvo que soportar el pesado tráfico de vehículos por ser carretera nacional, con la congestión de tráfico consiguiente. La arteria de circunvalación no se realizó hasta comienzos de la década de 1980. El Plan también preveía un desarrollo paralelo a la Estación de Ferrocarril. Décadas después de su redacción se crearía el Gran Eje o avenida Rodríguez Acosta -actual avenida de Andalucía-, como un núcleo de descongestión de la avenida del Generalísimo -actual paseo de la Estación- hacia la carretera de Córdoba. Una excesiva altura en los edificios desvirtuó la primitiva perspectiva que se pensó. No obstante, solucionó el gran problema de vivienda de la ciudad y descongestionó el tráfico. Además, pequeñas zonas de extensión en las zonas de la Alcantarilla, carreteras de la fuente de la Peña, de los Los Villares y de Circunvalación completaban el planeamiento de la ciudad. Posteriormente, al Este de la misma surgiría el pabellón deportivo de La Salobreja, compuesto de pabellón, cubierto, pistas de tenis y atletismo, a las que posteriormente se les añadió nuevos pabellones cubiertos, piscina cubierta, y diversas canchas, que se terminó en los años setenta. A mediados del siglo XX se construye del barrio de La Victoria, cerca de la plaza de las Batallas, y los de Belén y San Roque al Este. Excepto el de La Victoria, conocido también como las Protegidas y destinado a viviendas de los funcionarios, los demás los conforman viviendas unifamiliares, con pequeños patios. Estos barrios dejan entre sí grandes espacios vacíos, que son aprovechados para construir viviendas tipo chalet para familias acomodadas, como son las calles Arquitecto Berges, Carmelo Torres, Santo Reino y paseo de la Estación; o bien los ocupan almacenes y algunas fábricas, como es el final del paseo de la Estación, la zona entre las avenidas de Barcelona y Muñoz Grandes y la línea férrea hacia Puente Genil. Durante el período 1950-1960, las soluciones alternativas al crecimiento urbano hacia el Norte fueron la búsqueda de otro suelo edificable, le que se tradujo en expansiones por el Sur (barrio de la Glorieta), por el Este (ampliación del barrio de Belén y San Roque) y por el Oeste (expansión del barrio de Peñamefécit, cuyas primeras 400 viviendas fueron inauguradas en 1955). Por el Sur, la ampliación de los barrios de la Glorieta y la Alcantarilla. Por el Noreste, al Este del bucle que producía la vía de ferrocarril, se había proyectado un polígono residencial cuya construcción se demoró por el peligro que podía producir el terreno de arcillas expansivas, que ya había producido desplazamientos y grietas en la ampliación del barrio de San Roque a la Loma de El Rollo. Estas obras continuarían en la década de 1960 con fuerte cimentación y grandes bloques de siete plantas. La apertura del Gran Eje, al Oeste, ocupó el vacío intermedio entre los barrios de Peñamefécit y Santa Isabel. Al mismo tiempo se fueron cerrando las industrias y almacenes con grandes superficies existentes en la avenida de Barcelona y se fueron construyendo viviendas, tal como ocurrió anteriormente con el paseo de la Estación y la avenida de Madrid, las cuales se fueron trasladando al nuevo polígono industrial de Los Olivares, en la carretera de Madrid. El otro vacío existente, entre la avenida Ejército Español, barrio de Santa Isabel y avenida de Andalucía se rellenó con viviendas de alto precio, de siete plantas y jardines interiores. Otras actuaciones buscaron en el derribo la solución a edificios antiguos. Así desapareció la antigua Plaza de Toros, cargada de romanticismo, sustituida por otra más funcional en el entorno de la Alameda; además de otros edificios dentro de casco histórico. Mientras que surge un nuevo Jaén más allá de su casco urbano, que busca en la cercanía a los ríos su descanso estival, como las urbanizaciones de los puentes de la Sierra, Jontoya y Tablas, iniciados en los años sesenta; urbanización no planificada que conlleva graves problemas medioambientales, de salud y de seguridad. En torno al paseo de la Estación, el rápido desarrollo del casco urbano a partir de 1940 tiene en las administraciones públicas un factor de expansión; mientras que en otras zonas son las viviendas las que aparecen en primer lugar; más tarde, a consecuencia de la demanda, surgen los comercios y servicios privados que se ubican en su seno o su entorno. Al final llegan los servicios públicos y los privados más especializados, como ocurrió en la zona Sur (San Felipe y La Glorieta) o los del Noreste (Belén y San Roque) con las escuelas y los ambulatorios de la Seguridad Social. En el caso de los centros de enseñanza media fue distinto, pues al ser centros de demanda provincial y con necesidad de mayor espacio para actividades deportivas y de recreo, surgieron en la zona de expansión Norte. No fue hasta las décadas de 1970 y 1980 cuando los servicios públicos ciudadanos atendieron la demanda de los barrios residenciales de expansión. La descentralización de los servicios sociales y culturales del Ayuntamiento se produjo en los años ochenta siguiendo criterios de distribución territorial de la población. Se crearon cuatro centros sociales de barrio, en San Felipe, La Magdalena, polígono de El Valle y Peñamefécit; además de un centro cultural en la avenida de Andalucía. La Casa de la Cultura, dependiente hoy de la Consejería de Cultura, se estableció en la calle Santo Reino, cerca de la plaza de las Batallas. Mientras que otros organismos de la Junta de Andalucía siguieron los mismos criterios de distribución espacial en materia de Enseñanza y Sanidad. Aparte de la ubicación de los centros de atención provincial o comarcal de Sanidad, se establecieron ambulatorios -actuales centros de salud-, en cinco zonas básicas de salud, algunos de los cuales comprenden áreas urbanas de municipios rurales. Estos centros de salud están ubicados en San Felipe (zona Sur), La Magdalena, el Centro, polígono de El Valle y Peñamefécit (incluye también el barrio de Santa Isabel). El Ambulatorio de Especialidades se ubicó en la calle Arquitecto Berges, cerca de la plaza de las Batallas, centro de referencia de todo el Distrito de Atención Primaria, que anteriormente servía a toda la provincia. Los hospitales de la Seguridad Social, el antiguo Hospital General de Especialidades o Universitario, el Materno-Infantil y el Básico de la Zona de Jaén -hoy incluidos dentro del Complejo Hospitalario Ciudad de Jaén- ubicados en su día en la zona de ensanche, a las afueras de la ciudad, han quedado absorbidos por la misma. Sólo el antiguo Hospital Provincial de la Diputación -incluido hoy también en el Complejo Hospitalario de Jaén- se ubicó junto a otros servicios sociales en los años setenta más alejado, en el polígono de los Olivares. Respecto a la Enseñanza, antes de 1957 en la ciudad sólo existía un único Instituto de Enseñanza Media, situado en el casco antiguo, lo mismo que otros centros privados de enseñanza (los femeninos de Carmelitas, Teresianas y Cristo Rey; y los masculinos de Maristas y San Agustín), además de la Escuela de Maestría Industrial. En la zona de Ensanche sólo se ubicó en un primer momento el colegio de las Carmelitas, en la calle Arquitecto Berges, y el colegio de los Maristas, inaugurado en 1959 en la avenida de Madrid. En 1958 el Instituto de Enseñanza Media Virgen del Carmen se trasladó a la zona de ensanche, barrio de La Victoria; la sección femenina se desgajó de él en 1963, y pronto se ubicó en las proximidades del anterior. En los años siguientes surgieron nuevos centros. Un tercer instituto, adscrito al primero, se creó en la sede del Seminario Diocesano, calle Juan Montilla, al Sur de la ciudad. La antigua Escuela de Maestría Industrial se transformó en Centro de Formación Profesional y aparecen nuevos centros privados a las afueras de la ciudad (Alto Castillo, Guadalimar) y se traslada el de Cristo Rey). A partir de 1979 surgen nuevos institutos de B.U.P. en el polígono del Valle, avenida de Andalucía y carretera de la fuente de la Peña (éste en sustitución del provisional del Seminario). La enseñanza en el ámbito universitario también se desplazó al Norte. Las antiguas escuelas de Magisterio y Peritos Mercantiles se trasladaron a la zona de La Victoria, y se completaron con la Escuela de Peritos Industriales. La antigua escuela de Ayudantes Técnicos Sanitarios lo hizo al nuevo hospital ubicado en el polígono de los Olivares. Y en el paraje de las Lagunillas surgió al Colegio Universitario dependiente de la Universidad de Granada, origen de la Universidad de Jaén.
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