CAPÍTULO IV

LOS POZOS DE NIEVE EN LA PROVINCIA DE JAÉN

 

 

 

 

 

 

Existían varios tipos de pozos de nieve en la provincia de Jaén, atendiendo a su función: almacenamiento, distribución y domésticos. Los pozos de almacenamiento eran aquellos situados por lo general en alta montaña, donde se acopiaba la nieve durante el invierno, con la técnica antes descrita, para recogerla durante los meses cálidos y transportarla a los núcleos urbanos. Los pozos de distribución estaban situados en las poblaciones, donde los arrendadores de este artículo recogían las cargas de nieve para venderla al público; los había en las principales de ellas. Y los pozos domésticos eran aquellos situados en casas particulares, donde se guardaba la nieve para el uso familiar; éstos eran escasos. No obstante, existían casos en que un mismo pozo era de almacenamiento en la población a la vez que de distribución, como lo fueron en el pasado los hoy desaparecidos de Iznatoraf, Génave o Santisteban del Puerto.

 

 

1. Pozos de almacenamiento.

 

Como más arriba hemos comentado, en la provincia de Jaén los pozos de almacenamiento de nieve están ubicados atendiendo a diversos factores que condicionan su localización espacial. Ante todo, la ubicación busca la seguridad de la nieve, por ello se construían en lugares de elevada altitud, además de la orientación que evitase en lo posible la mayor incidencia de los rayos solares, el aprovechamiento del microrelieve y elementos circundantes para más fácil conservación de la nieve y llenado de los mismos, junto con la mayor proximidad posible a las ciudades. Las simas naturales eran aprovechadas en el mismo sentido, y con frecuencia mejoradas sus condiciones de almacenamiento con obra.

En la provincia de Jaén existían tres núcleos principales  desde los que se realizaba el comercio de la nieve en todo el alto Guadalquivir. Éstos correspondían a la Sierra Sur de Jaén, Sierra Mágina y Sierras de Quesada-Cazorla-Segura. Los pozos no estaban localizados en un único punto de cada una de estas sierras, sino que se distribuían en varios núcleos, atendiendo a la orografía del terreno y orientación. Normalmente, los pozos están situados en las umbrías de las sierras, preferentemente en orientación Norte, intentando evitar la exposición solar. Su altitud solía oscilar entre los 1.250 m. y 2.100 m. dependiendo de las sierras.

 

 

1.1. Pozos en la Sierra Sur

 

La Sierra Sur de Jaén es una continuación de Sierra Mágina, con grandes alturas, en las que destaca la cumbre de la Pandera con 1.878 metros. Por su situación geográfica, al Suroeste de la provincia, sus pozos, Sima y ventisqueros de nieve estaban más cercanos a importantes núcleos de población como Jaén capital y la provincia de Córdoba. El hecho de servir la cumbre de la Pandera como límite de los términos de Jaén, Valdepeñas y Los Villares propició en el pasado que cada uno de ellos dispusiese de pozos de nieve relativamente próximos unos a otros, y por ello no exentos de polémica por su posesión, especialmente la Sima de la Pandera; y que esta zona destacase en el comercio de la nieve del alto Guadalquivir, en el que se especializaron determinados individuos, sobre todo de Valdepeñas.

 

 

 

1.1.1. Pozos de Valdepeñas

 

Los pozos de Valdepeñas estaban situados en las zonas de la Pandera y Ventisqueros. Debieron utilizarse después de la fundación de la población en 1539[1] y, sobre todo, a partir de 1558, cuando obtuvieron el privilegio de villa y la emancipación de la jurisdicción de Jaén[2], aunque más tarde pasó a ser señorío jurisdiccional del Marqués de Trujillos; pero el uso y comercio de la nieve no debió variar. Sí se incrementó éste en los años y siglos sucesivos por el aumento de población y auge que adquirió la nieve como artículo terapéutico y gastronómico. El incremento del comercio de este artículo llevó al concejo de Valdepeñas en 1628 a solicitar la autorización real para esta labor[3].

Además de los pozos existía una sima natural, cuya posesión estuvo en litigio. Nos dice Francisco Tomás de Porcuna y Fuentes, prior de la iglesia parroquial de Santiago Apóstol, que en la "cima altísima" de la sierra de la Pandera se sitúa el "ventisquero", donde se recogía la nieve en una "sima profunda", la que abastecía a muchos pueblos hasta Córdoba, Cabra, etc.[4]. Esta sima, por encontrarse en el límite de los términos de Valdepeñas y la ciudad de Jaén, dio lugar a un pleito por su posesión entre 1631 y 1633.

La Sima de La Pandera (VJ-4) ha sido explorada y estudiada por A. Gutiérrez y A. Moral., y su estudio publicado en la revista Andalucía Subterránea:

 

"La Sima de la Pandera está compuesta por dos pozos y varias salas. El acceso se realiza a través de un pozo vertical de 30 metros de profundidad, en su mayor parte aéreo y de grandes proporciones.

En el fondo de este pozo arranca una rampa de tierra y piedras que alcanza un desnivel de 4 mts.

En la pared Este de la rampa y tras pasar una gatera muy estrecha se accede a una salita bellamente concrecionada.

A 23 mts. de profundidad del P. 30 tras hacer un péndulo a la derecha se llega a dos salas que también forman parte del pozo principal.

En el fondo del P. 30 y tras desobstruir una gatera descendente muy estrecha se accede a otro pozo de 8 mts. de profundidad, pozo este de menores proporciones y que desemboca en otro pozo-gatera impenetrable de 4 mts. de profundidad."[5]

 

En el fondo de la Sima se conservan restos de construcción realizada por los neveros. Hasta esta sima se accede hoy en día sin mucha dificultad, pues existe una carretera asfaltada que lleva desde la comarcal 3221 hasta el pico de la Pandera, tras ocho km. de recorrido, donde existe un antiguo cuartel. A ochocientos metros en dirección a la Peña del Altar se encuentra la Sima, y a unos cincuenta metros de ésta en dirección Norte, dentro del término de Jaén, se encuentran las ruinas de la casa de neveros de la ciudad de Jaén, que servía de refugio a éstos para las labores de acopio, recogida y transporte de la nieve, pues la Sima de la Pandera fue utilizada por la ciudad de Jaén durante todo el tiempo que hubo comercio, aunque normalmente los arrendadores de esta renta eran naturales de Valdepeñas.

También existían pozos de nieve y una casa de neveros en el término de Valdepeñas, en la misma Pandera, a unos dos kilómetros de la Sima en dirección Oeste. Mientras que a unos metros de la Sima y en el término de Jaén, se encuentran junto a las ruinas de la casa de neveros varios pozos de nieve.

Se localizan también pozos en la Cabezuela de Castro y Nevazos, junto a los Ventisqueros de Media Luna[6]. Otro paraje, citado en 1834, era "la Sierra o Cuerda nombrada de la Ventana"[7].

En el monte “Marroquí”,  en cuya cumbre  lindan los término de Valdepeñas, Castillo de Locubín y Alcalá la Real, hemos localizado tres pozos. Dos de ellos, de unos 11 metros de diámetro, están situados en la línea divisoria entre Alcalá la Real y Valdepeñas, y ya en el término de Valdepeñas, a unos metros de distancia, se encuentra otro, en el fondo de una dolina, de unos 6 metros de diámetro. Los tres se localizan a una altura de unos 1530 metros.

También en el monte de “Cornicabra” se hallan varios pozos de nieve. Tanto los de este monte, como los del “Marroquí”, parecen ser pozos secundarios a los de La Pandera y Ventisqueros. Se utilizarían durante aquellos períodos en que la nieve alcanzaba cotas más bajas y en relación con la exportación a Córdoba y las poblaciones vecinas, como Alcalá la Real, Castillo de Locubín y Frailes.

De los pozos de Valdepeñas dice el Diccionario de Pascual Madoz:

 

"Como a una legua de distancia de la población y un poco inclinado hacia el Norte se encuentran dos grandes cerros divididos por una cañada, denominados la Pandera y los Ventisqueros, en los que muy cortas temporadas del año, deja de encontrarse alguna parte cubierta de nieve que se deposita en grandes pozos, y en la estación de calor, surten a varios pueblos de la provincia."[8]

 

Según el estudio realizado por Juan Infante, Domingo Molina y Serafín Parra, existen dos pozos de pequeño diámetro, 2,5 m., en Ventisqueros, a 1.700 metros de altitud, junto a ellos se encuentran restos de una casa de 64 metros cuadrados de planta; y tres más en Cornicabra, a 1.600 m. de altitud.

 

 

1.1.2. Pozos de Los Villares

 

La cumbre de la sierra de La Pandera, situada a 1.872 metros de altitud es el punto divisorio entre las poblaciones de Jaén, Valdepeñas y los Villares. Esta última población se independizó de Jaén en 1600 y, más adelante, en 1707, Felipe V hizo merced a Francisco de Zeballos y Villegas del Vizcondado de los Villares.[9]

Los pozos eran arrendados en pública subasta, y estaban situados en lugares considerados como sitios baldíos de la pertenencia al común, denominados "Pandera, Cañada de Guiomar..., Oyas de Cañete, Peralejo y sus inmediaciones"[10].

En el término de Los Villares hemos localizado doce pozos, pero probablemente se encuentren más, no sólo porque algunos de ellos están ya tan aterrados que es difícil distinguirlos, sino también por las dificultades de acceso por corresponder los terrenos donde se encuentran estos pozos a una finca particular vallada. Es de destacar el pozo número 14, ubicado a unos 1.750 metros de altura, que actualmente está rodeado por unas ruinas con cimientos de piedra, de un metro de grosor; probablemente corresponda a una  construcción con cubierta de planta rectangular. Está situado junto a otros tres en una zona umbría de la Pandera.

 

1.1.3. Pozos de la ciudad de Jaén

 

Junto a los pozos de la ciudad de Jaén, situados en la ladera norte de La Pandera, existía una casa de neveros, que servía de refugio durante las labores de almacenamiento y recolección de nieve, cuyos restos aún hoy pueden observarse. En 1602, el Cabildo municipal de Jaén acordó la construcción de una casa-pozo en la Sierra de Jaén, costeada con fondos de propios provenientes del carboneo de Mata Begid. El aumento del consumo de nieve hizo que unos años después, en 1613, un particular se ofreciese a construir otra casa cerca de la anterior; se concedió la aprobación anual y prorrogable a cambio de servir la nieve a 4 maravedís la libra en los meses de consumo[11].

Del la deficiente conservación de la casa encontramos referencias en 1821 y 1846, año este último en el que se realizaron importantes obras, que duraron de enero a julio[12]. También existe referencia al mal estado de los "pósteles de la Sima" en 1821[13]; postes que utilizarían los neveros para colocar la carrucha y maroma[14] por la que bajar los operarios y subir el hielo de la Sima.

En 1829, de nuevo se quejaba el arrendador de la nieve, José de Huertas, vecino de Valdepeñas, al Intendente de Rentas de la Provincia sobre el mal estado de los "pósteles de la Sima" y la maroma, que tuvo que arreglar a su cuenta, además de la cerradura y llave de la casa de neveros y reparaciones en algunos de los pozos; por lo que solicitaba una reducción de la cantidad que por la renta de la nieve estaba obligado a satisfacer a los caudales de propios[15].

Respecto a los pozos de la Pandera en el término de la ciudad de Jaén, a principios de la década de 1840, dice el diccionario de Pascual Madoz:

 

"Fórmanse en ésta unos grandes hoyos que se llenan de nieve en el invierno, se cubren de ramage, y de allí se estrae en el verano para abastecer a la capital, muchos pueblos de la provincia y en especial Andújar, que es el que más consume. La facultad de hacer estos pozos, acopiar y vender la nieve, se arrienda todos los años por el ayuntamiento".

 

Y en la relación del estado de los efectos, géneros y frutos de todas clases, consumidos en la ciudad de Jaén, que aparece en el mismo diccionario, la nieve figura como uno de ellos, medida en cargas. Se entregaban durante un quinquenio en la ciudad  1.930 cargas.[16]

Cerca de la Sima de la Pandera, en el término de Jaén, hemos localizado tres pozos a unos 1800 metros de altitud sobre el nivel del mar, dos de ellos tienen doce metros de diámetro y otro de ocho metros, situados en la umbría, orientación Norte, y en las proximidades de la casa de neveros. Junto al pozo señalado como número cuatro se encuentra los restos de un chozo de construcción de piedra en seco.

 

 

 

Casas de neveros y pozos de nieve de la Pandera

Letra/

Núm.

Tipo

Población

Diámetro      

Altitud      

 Coordenadas aproximadas

 

 

 

Metros

Metros

Longitud.N/latitud.W

A

Casa neveros

Jaén

 

1785

3º46’00’’-37º37’50’’

B

Casa neveros

Valdepeñas

 

1750

3º47’15’’-37º38’05’’

1

Sima la Pandera

Valdepeñas

 

1785

3º46’00’’-37º37’50’’

2

Pozo

Jaén

12

1785

3º46’00’’-37º37’50’’

3

Pozo

Jaén

12

1800

3º46’00’’-37º37’50’’

4

Pozo

Jaén

8

1800

3º46’00’’-37º37’50’’

5

Pozo

Los Villares

8

1800

3º47’00’’-37º38’12’’

6

Pozo

Valdepeñas

6

1750

3º47’15’’-37º38’05’’

7

Pozo

Valdepeñas

4

1750

3º47’15’’-37º38’05’’

8

Pozo

Valdepeñas

8

1750

3º47’15’’-37º38’05’’

9

Pozo

Valdepeñas

4

1750

3º47’15’’-37º38’05’’

10

Pozo

Valdepeñas

9

1750

3º47’15’’-37º38’05’’

11

Pozo

Los Villares

7,5

1800

3º47’15’’-37º38’10’’

12

Pozo

Los Villares

7

1800

3º47’15’’-37º38’15’’

13

Pozo

Los Villares

7

1800

3º47’15’’-37º38’15’’

14

Pozo cubierto

Los Villares

8x5

1750

3º47’25’’-37º38’15’’

15

Pozo

Los Villares

6

1750

3º47’25’’-37º38’15’’

16

Pozo

Los Villares

6

1750

3º47’30’’-37º38’15’’

17

Pozo

Los Villares

6

1750

3º47’30’’-37º38’15’’

18

Pozo

Los Villares

11

1750

3º47’30’’-37º38’18’’

19

Pozo

Los Villares

6

1700

3º47’40’’-37º38’13’’

20

Pozo

Valdepeñas

9

1750

3º47’20’’-37º38’05’’

21

Pozo

Valdepeñas

9

1750

3º47’20’’-37º38’05’’

22

Pozo

Los Villares

8 m.

1500

3º48’20’’-37º38’38’’

23

Pozo

Los Villares

8 m.

1500

3º48’20’’-37º38’38’’

 

 

UBICACIÓN DE LOS POZOS DE LA SIERRA DE LA PANDERA

 

 

Norte

 

 

 

 

 

 

Pozos de nieve del Marroquí

Núm.

Tipo                      

Población       

Diámetro  

Altitud

 Ccoordenadas aproximadas

 

                                 

 

Metros

metros     

Longitud/latitud

1

Pozo de nieve

Alcalá la Real

11

1530

3º51’10’’W-37º32’28’’N

2

Pozo de nieve

Alcalá la Real

11

1530

3º51’10’’W-37º32’28’’N

3

Pozo de nieve

Valdepeñas

6

1535

3º51’10’’W-37º32’31’’N

 

 

 

UBICACIÓN DE LOS POZOS DE NIEVE DE “EL MARROQUÍ”

 

            Más próximos a la ciudad de Jaén se ubicaban otros pozos de nieve en un nivel inferior de altitud. Así, en el cerro del Neveral, cercano castillo y cuyo topónimo nos indujo a localizar algún pozo, localizando uno en la ladera Norte, a una altura de 1.077metros (X-427372 Y-4179868). Debieron existir algunos más de ellos tanto en este cerro como en otros limítrofes, pero la nieve era más esporádica y escasa y su mantenimiento en forma de hielo era más difícil.

 

 

 

1.2. Pozos de Sierra Mágina

 

En Sierra Mágina se localizan las alturas mayores de la provincia, lo que unido a su proximidad al valle del Guadalquivir, hizo de su nieve producto seguro y relativamente cercano del que abastecer las ciudades de la llanura. Eran los pozos más duraderos de la provincia, al estar situados a la mayor altitud. Cuando escaseaba la nieve en otras sierras, las poblaciones más distantes solían abastecerse de la nieve de Sierra Mágina.

 

1.2.1. Pozos del Almadén.

Los pozos del Almadén eran los más próximos a la ciudad de Jaén tras los de la Pandera. La actividad nevera de la zona fue pronto reconocida y los primeros historiadores giennenses del siglo XVII se hacen eco de ella. Así dice el padre Francisco de Torres de los pozos del Almadén, escribiendo de la villa de Torres:

 

"La calidad del clima es frío en sumo grado por causa de las nieues, yelos y carámbalos de sus encumbrados çerros y montes, en espeçial de los de Ponçe, Almadén, de donde se lleua la nieue a todo este reyno y a otras partes; ésta es la causa de la sanidad, de que goçan sus vivientes, pues hay hombre [como en Albanchez] de crecidos años".[17]

 

Hoy día todavía quedan los restos de un sendero conocido como el “Camino de los Neveros”, que desde Torres lleva hasta la cumbre del Almadén[18]. En este monte hemos localizado veinte pozos con un diámetro entre tres y catorce metros, y una profundidad aún por estimar, puesto que tras un siglo sin utilizarse hoy están aterrados. Se sabe de otros que fueron destruidos por la construcción de la carretera que lleva a la cumbre del Almadén. Los pozos buscaban su ubicación en las zonas de umbría, para evitar el acción directa de los rayos del Sol. Diez de ellos se encuentran ubicados en ladera Norte del Almadén (término de Torres), dos en ladera Oeste (término de Pegalajar) y ocho orientados al Suroeste (término de Cambil). Todos ellos se encuentran entre los 1.770 y 1.950 metros de altitud, como podemos observar a continuación:

 

Población

Núm.

Diámetro

Altitud

Orientación

Coordenadas aproximadas

Torres

1

12 m.

1790 m.

Norte

3º31’40’’long.W/37º44’30’’lat. N

Torres

2

8 m.

1770 m.

Norte

3º31’40’’long.W/37º44’35’’lat. N

Pegalajar

3

14 m.

1850 m.

Noroeste

3º31’50’’long.W/37º44’10’’lat. N

Torres

4

6 m.

1950 m.

Norte

3º31’25’’long.W/37º44’15’’lat. N

Torres

5

6 m.

1950 m.

Norte

3º31’28’’long.W/37º44’15’’lat. N

Torres

6

10 m.

1950 m.

Norte

3º31’30’’long.W/37º44’15’’lat. N

Torres

7

6 m.

1950 m.

Norte

3º31’30’’long.W/37º44’15’’lat. N

Torres

8

6 m.

1950 m.

Norte

3º31’30’’long.W/37º44’15’’lat. N

Cambil

9

4 m.

1860 m.

Suroeste

3º32’15’’long.W/37º43’45’’lat. N

Cambil

10

5 m.

1860 m.

Suroeste

3º32’15’’long.W/37º43’45’’lat. N

Cambil

11

4,5 m.

1865 m.

Suroeste

3º32’10’’long.W/37º43’45’’lat. N

Cambil

12

4 m.

1865 m.

Suroeste

3º32’10’’long.W/37º43’50’’lat. N

Cambil

13

4 m.

1870 m.

Suroeste

3º32’10’’long.W/37º43’50’’lat. N

Cambil

14

3 m.

1880 m.

Suroeste

3º32’10’’long.W/37º43’50’’lat. N

Cambil

15

3 m.

1880 m.

Suroeste

3º32’10’’long.W/37º43’50’’lat. N

Cambil

16

7 m.

1920 m.

Suroeste

3º32’00’’long.W/37º43’55’’lat. N

Pegalajar

17

13 m.

1900 m.

Noroeste

3º31’45’’long.W/37º44’05’’lat. N

Torres

18

4 m.

1950 m.

Norte

3º31’20’’long.W/37º44’15’’lat. N

Torres

19

4 m.

1950 m.

Norte

3º31’20’’long.W/37º44’15’’lat. N

Torres

20

6 m.

1950 m.

Norte

3º31’20’’long.W/37º44’15’’lat. N

 

 

 

                 UBICACIÓN DE LOS POZOS DE NIEVE DEL ALMADÉN

 

 

 

 

 

 

1.2.2. Pozos de Mágina.

 

     Cerca del pico Mágina y a mayor altitud que los anteriores existían otros pozos de nieve. En la descripción que se hace de Bedmar, según las Relaciones Topográficas de Felipe II, menciona la existencia de “naranjos y nieve”[19] entre los productos de la población. Un siglo después, Francisco de Torres escribe de estas alturas:

 

"En las quebradas de estas empinadas sierras se recoxe la nieue, que el uerano se trae a Baeza, Vbeda y Jaén y demás lugares de este reyno".[20]

 

Hacia estas alturas se llegaba a través de un sendero —hoy semiborradoque desde el puerto de Mata Begid a Cuadros, a la altura de la Peña de Jaén, remontaba la Sierra hasta los mismos pozos; un sendero que en el pasado debió estar muy cuidado para permitir el paso de las caballerías cargadas de nieve. Incluso hoy día aún se puede observar el duro trabajo humano realizado para abrir el sendero entre lapiaces o zonas con rocas acanaladas de difícil travesía o desniveles que exigían la elaboración de hormas de piedra. La lenta ascensión a través del sendero permite conocer el gran contraste de los distintos niveles de paisaje y la especificidad del relieve. Desde la vegetación arbórea formada por bosque de encinas, quejigos, enebros, cornicabras y otras especies de Mata Begid, parte el sendero abriéndose paso en un relieve abrupto entre espinares, piornos, madreselvas, etc., hasta llegar a la cumbre, donde la dura climatología impone una vegetación con sabinas, enebros rastreros y otras formaciones vegetales, como la endémica Arenaria, que envuelve la superficie rocosa.

Cerca del sendero que lleva a la cumbre y partiendo también desde el puerto de Mata Begid a Cuadros, parte otro sendero que lleva a la Loma del Ventisquero, situada a unos 1.950 metros de altitud, bajo el pico Mágina. En esta loma se encuentra la Sima de Mágina, una cavidad natural de unos 20 metros de profundidad y boca irregular, aproximadamente de dos por seis metros. La Sima está situada en un torcal con una rica vegetación rupícola, en la que destaca por su extensión la Arenaria y la Sabina rastrera, abundando también helechos en las umbrías de las dolinas. En el fondo de la Sima aún se pueden apreciar trozos de madera utilizados por los neveros en las labores de extracción de la nieve, también hemos encontrado en la boca de la Sima restos de cerámica, recuerdo de los utensilios utilizados por los neveros. En las proximidades de la Sima se ubicaban varios pozos de nieve, de los que hemos localizado cuatro de ellos, a la misma altitud.

El sendero de la Loma del Ventisquero continúa hacia el Este, donde se encuentran otras dolinas utilizadas para recoger nieve superficial a principios del estío. En el descenso el sendero pasa junto a una formación rocosa conocida como el Callejón de la Gitana, a unos 1.900 metros de altitud, lugar de umbría donde también se recogía la nieve superficial antes de que desapareciera a comienzos del estío. Un poco más abajo, a unos 1.800 metros de altitud el sendero cruza la Cañada de las Chozas, donde aún se pueden apreciar los restos de varios chozos de construcción de piedra en seco; junto a los chozos existen cercas semiderruidas de corrales, lo que indica su utilización de refugio por los pastores, aunque en el pasado también pudieron ser utilizados por los neveros en las labores de acopio de nieve en la Sima y pozos.

Tras pasar la Cañada de las Chozas, desde donde el camino baja por empinada cuesta a la Fuente del Espino, existe una desviación que continúa en subida por otra cañada hacia el tramo Este de la Loma del Ventisquero hasta llegar de nuevo a los 1950 metros de altura, a un torcal de abundantes dolinas y de difícil entrada para las caballerías de los neveros, por lo que sólo fueron utilizados los pozos que se encuentran junto al camino. En este trayecto hemos localizado varios, más las ruinas de una casa de neveros. En la zona destaca el pozo más amplio de la provincia de 17 metros de diámetro, del que todavía se pueden apreciar las piedras que lo circundan; y también otro conocido como “El Centenillo”, situado en el fondo de una dolina irregular, que por un lado mantiene una pared rocosa vertical y cóncava, junto a la que se excavó el pozo. Todavía quedan los restos de las hormas que forman el sendero que permitían a las caballerías bajar hasta el fondo de la misma para cargar la nieve junto al pozo. Se pueden observar también las paredes circulares de piedra en seco, aunque está bastante deteriorado.

     Los dos caminos que llevaban a la cumbre de Mágina y a la Loma del Ventisquero eran los que, tras enlazar con otros provenientes de Albanchez y Torres, utilizaban los neveros y sus caballerías[21]. Los pozos del sendero que se dirigían a la cumbre de Mágina están situados entre los 2.000 y 2.140 metros. Todos, excepto los de Mata Begid (Cambil), están ubicados en la cumbre de Mágina, lugar de abundantes dolinas. El estado de conservación es similar a los del Almadén, aterrados por el paso del tiempo y la erosión, aunque aún se puede distinguir su diámetro perfectamente. Éstos son los siguientes:

 

Población

Núm.

Diámetro

Altitud

Orientación

Coordenadas aproximadas

Cambil

1

10 m.

1950 m.

Norte

3º28’20’’long.W/37º43’43’’lat.N

 

Cambil

2

10 m.

2000 m.

Norte

3º28’20’’long.W/37º43’40’’lat.N

 

Huelma

3

9 m.

2100 m.

Norte

3º28’20’’long.W/37º43’30’’lat.N

 

Albanchez

4

9 m.

2100 m.

Norte

3º28’10’’long.W/37º43’35’’lat.N

 

Albanchez

5

9 m.

2100 m.

Norte

3º28’15’’long.W/37º43’40’’lat.N

 

Albanchez

6

8 m.

2100 m.

Norte

3º28’10’’long.W/37º43’40’’lat.N

 

Albanchez

7

10 m.

2100 m.

Norte

3º28’15’’long.W/37º43’35’’lat.N

 

Albanchez

8

11 m.

2100 m.

Norte

3º28’05’’long.W/37º43’35’’lat.N

 

Albanchez

9

9 m.

2100 m.

Norte

3º28’00’’long.W/37º43’35’’lat.N

 

Albanchez

10

8 m.

2100 m.

Norte

3º28’00’’long.W/37º43’40’’lat.N

 

Albanchez

11

6 m.

2140 m.

Norte

3º27’55’’long.W/37º43’35’’lat.N

 

Albanchez

12

7 m.

1940 m.

Norte

3º27’45’’long.W/37º44’05’’lat.N

 

Albanchez

13

8 m.

1940 m.

Norte

3º27’45’’long.W/37º44’05’’lat.N

 

Albanchez (Sima)

14

7x2m

1950 m.

Norte

3º27’45’’long.W/37º44’10’’lat.N

 

Albanchez

15

6 m.

1950 m.

Norte

3º27’40’’long.W/37º44’10’’lat.N

 

Albanchez

16

6 m.

1950 m.

Norte

3º27’35’’long.W/37º44’10’’lat.N

 

Albanchez

17

17 m.

1930 m.

Norte

3º26’40’’long.W/37º44’10’’lat.N

 

Albanchez

18

7 m.

1930 m.

Norte

3º26’42’’long.W/37º44’10’’lat.N

 

Albanchez

19

5 m.

1930 m.

Norte

3º26’50’’long.W/37º44’10’’lat.N

 

Albanchez

20

5 m.

1930 m.

Norte

3º26’50’’long.W/37º44’10’’lat.N

 

Albanchez (Centenillo)

21

6 m.

1890 m.

Norte

3º27’00’’long.W/37º44’12’’lat.N

 

Albanchez

22

4 m.

1865 m.

Norte

3º26’55’’long.W/37º44’20’’lat.N

 

Albanchez

23

6 m.

1865 m.

Norte

3º26’55’’long.W/37º44’20’’lat.N

 

Albanchez (Casa Nev.)

A

10x5 m.

1865 m.

Norte

3º26’55’’long.W/37º44’20’’lat.N

 

 

 

 

UBICACIÓN DE LOS POZOS DE NIEVE DE  MÁGINA

 

Pozos de la cumbre de Mágina

 

Pozos de la Loma del Ventisquero

 

 

 

La casa de neveros, la Sima y la mayoría de los pozos, diecinueve, están ubicados en el término de Albanchez, dos en el de Cambil y uno en Huelma. Todos ellos están muy próximos. Un poco más distantes y a menor altitud los de Cambil. Estos últimos están junto al sendero antes descrito, pero antes de llegar a la cumbre de Mágina, en un lugar de pendiente, por lo que tuvieron que aterrazar el terreno construyendo hormas de piedra en su parte inferior.

Albanchez tenía sus derechos sobre los pozos de Mágina desde la compra "que de ella izo al rey d. Felipe 4º por cuatrocientos ducados en el año pasado de 1646". Un año después, a instancia del entonces Marqués de Bedmar Gaspar de la Cueva, por considerar que estaba dentro del término de su villa, se anuló la primera escritura por Real Cédula de 16 de abril de 1647 y se dio comisión especial al Alcalde Mayor de Baeza para que le diese posesión a la parte del Marqués[22], por lo que éste quedó en posesión de parte de la renta de  la nieve.

Paisaje de la Loma del Ventisquero (Sierra Mágina)

 

 

 

 

1.3. Pozos de las sierras de Quesada, Cazorla y Segura.

 

No menos importante era la actividad nevera de las sierras situadas al Este de la provincia, sobre todo la de Quesada. Sin embargo, la amplitud geográfica de esta zona y la distancia a importantes núcleos urbanos no permitieron un comercio nevero tan importante como el de las sierras Sur y Mágina, salvo puntuales excepciones. No obstante, las alturas de las sierras de los términos de Quesada y Cazorla, más cercanas a las ciudades del alto valle del Guadalquivir que la Sierra de Segura, permitieron un relativo comercio, sobre todo con las poblaciones de la Loma de Úbeda.

 

 

1.3.1. Torcas de Quesada

 

Hasta 1564 Quesada estuvo vinculada jurisdiccionalmente a Úbeda[23], y aunque la nieve se utilizaba de forma puntual, no tenía este comercio por entonces la importancia para ser regulado por el cabildo ubetense. Fue posteriormente a esta fecha cuando el comercio de la nieve empezó a desarrollarse y sacada en subasta su renta.

En Quesada, la nieve se acopiaba en el monte conocido como Poyo de Santo Domingo, donde se encuentra el torcal de Torcallano, una formación caliza con simas y anfractuosidades, situada a 1.700 metros de altitud, que bordea la loma del Cagasebo, junto al camino forestal que lleva de la carretera Quesada-Pozo Alcón al nacimiento del Guadalquivir, atravesando un paisaje natural de gran belleza. Hoy día el torcal está cercado por la Consejería de Medio Ambiente a fin de preservar su vegetación autóctona. Allí existen las llamadas torcas, o simas naturales de diferente profundidad, donde se hacía acopio de nieve para el verano. De ellas decía el párroco de Quesada en su relación enviada al geógrafo Tomás López (siglo XVIII):

 

"Abundan estas sierras de fuentes de aguas muy delgadas, y ricas, y también de unas simas o torcas muy profundas, tanto que algunas no se les ha descubierto pie o suelo. Sirven para recoger nieve, sin más industria que la de caer en ellas, con tanta abundancia que se forma un hielo muy duro, con el que se abastece esta villa y otras cuatro o seis distantes de cuatro a seis leguas, sin que falte para todas. Y algunos años se ha surtido también la ciudad de Jaén, distante once leguas, y la de Córdoba, que está a veinte y dos"[24].

 

Estas torcas fueron utilizadas hasta la década de 1950 como neveras. Su peculiar naturaleza caliza y el entorno del que forma parte, entre pinos, sabinas, piornos,... hicieron que el torcal fuera propuesto para su declaración como monumento natural[25]. La proximidad del pico Cabañas, de 2.036 metros de altitud ofrecía además la posibilidad del abastecimiento de nieve a niveles de altitud superiores.

 

UBICACIÓN DEL TORCAL DE TORCALLANO EN LA SIERRA DE QUESADA

 

NORTE

 

 

 

1.3.2. Pozos de la Sierra de Segura y Cazorla

 

La gran distancia de la Sierra de Segura respecto a las principales ciudades del alto Guadalquivir fue obstáculo para el desarrollo de un comercio importante de nieve. Su uso se realizó en el ámbito local, aprovechando la de los ventisqueros de la sierra, aunque en puntuales ocasiones se abasteciesen de sus pozos poblaciones de las provincias limítrofes de Albacete y Murcia.

En la segunda mitad del siglo XIX, el aumento de la población, roturaciones y desarrollo de la actividad maderera en la Sierra de Segura, motivaron un importante crecimiento económico en algunas poblaciones de esta sierra, como Siles. La presencia de los ingenieros de montes y su experiencia en  otros lugares, unido al desarrollo de la vida de ocio en los cafés y casinos, planteó en la población de Siles la necesidad de abastecimiento de nieve durante toda la temporada de verano, sobre todo como elemento gastronómico. De ahí la creación en la segunda mitad del siglo XIX del pozo de la nieve de la Fresnedilla, conocido en la localidad como “Pocico de la Nieve” pese a sus importantes dimensiones, expresión semejante a la que en Alicante dan a otros pozos de nieve.

Este pozo se encuentra a unos 1.300 metros de altitud, en la umbría de este monte público (La Fresnedilla) propiedad municipal. Según tradición oral, su promotor fue un ingeniero de montes que lo construyó para abastecer de nieve al casino de Siles. Su constructor debió conocer pozos de nieve de otros lugares, pues su tipología es distinta a los pozos de nieve de sierra de la provincia de Jaén.

Es el único pozo cubierto de la provincia que ha llegado a nuestros días, construido de mampostería y de planta circular, de unos 4 metros de diámetro, abovedado en el interior con bóveda de medio cañón (arco de 4,30 m. de base por 2,30 m. de altura). La bóveda cubre el pozo y se extiende a una sala de entrada de 18,50 m2. En el exterior presenta una planta rectangular (12 m. por 8 m.) con cubierta lisa de mortero a cuatro aguas. El material de construcción es piedra del lugar con cemento de unión —la proximidad de una fuente facilitó el agua para la construcción— y presenta una doble puerta de entrada (sala y pozo), sin ventana alguna.

Hoy día se encuentra en estado deficiente de conservación y su interior, el día de nuestra visita, tan solo permitía el acceso a la antesala del pozo, utilizada como cuadra. La puerta de entrada a la sala del pozo estaba tapiada. Por descripción oral sabemos que es de planta circular, de unos 4,5 m. de diámetro y unos seis metros de profundidad.

 

Pozo de la Fresnedilla (Siles)

 

 

A pesar de todo es el pozo de nieve mejor conservado de la provincia, pero de construcción tardía y diferente al resto de los pozos. Su valor histórico y etnológico es reconocido en cuanto ha sido incluido recientemente como elemento turístico de interés y, como tal, indicado en señales de información. Sin embargo necesita una restauración que evite el progresivo deterioro y una actuación informativa que muestre a los visitantes una cultura de la nieve que hasta ahora ha sido ignorada tanto en la Sierra de Segura como en el resto de la provincia. De ahí que hayan desaparecido algunos pozos, como en Génave, donde existió en las afueras de la población un pozo de nieve hasta hace poco tiempo. Hacia él conducía el conocido como “Camino de la nieve”.

 


 

 

          Ubicación del pozo de nieve de La Fresnedilla (Siles)

  

Otros lugares de abastecimiento eran:

- Los pozos de Segura de la Sierra, ubicados unos tras el castillo y otros en Peña Bermeja, cerca del Yelmo.

- El Ventisquero del Abuelo, entre Pontones y Santiago de la Espada, pasada Cañada Hermosa, y la Torca de Pinar Negro[26].

- El pozo de Beas de Segura, que ha denominado el lugar de su ubicación como paraje del Pozo de la Nieve, también conocido por Poyo Mateo, perteneciente al monte Fuente Pinilla. El pozo es una sima natural a 1.130 metros de altitud, el cual está interiormente revestido en parte de una cubierta de mampostería, de cal y canto, que intenta dar al interior un aspecto cilíndrico a modo de pozo artificial. El diámetro de la boca es de seis por cinco metros y la profundidad que medimos de 8,30 metros. Sin embargo debió ser más profundo puesto que el fondo del mismo está lleno de material de derribo de los muros y tejado que lo cubrían. De esta construcción sólo quedan los cimientos. Tenía una extensión de 7,30 por 6,30 metros, con una puerta de entrada orientada al Norte. El tipo de cubierta debió ser de teja por la abundancia de este material en el fondo del pozo. La nieve de este pozo tendría una función exclusivamente local, la de abastecer a la población de Beas de Segura y aledaños, como el resto de los pozos de esta Sierra, en la que las enormes distancias a los núcleos principales de población del Alto Guadalquivir dificultaría un comercio mayor.

 

Torcal de Torcallano. Quesada

 

 

Francisco de Quevedo visitó y mantuvo amplia correspondencia por la década de 1630 con su amigo Sancho de Sandoval, que vivía en Beas de Segura y estaba casado con Leonor de Bedoya y Vozmediano, prima de Francisco de Quevedo. En esta correspondencia hace alusión a pozos de nieve. Dice así.

 

“Bueno es, Sr. don Sancho, vivir en estas chozas, v. m. atendiendo a la hacienda, y yo a acabar un pozo de nieve que en buen sitio traigo en buen estado. Aquí no rempujan, ni hay Crimen, Leyes y Sástago * y guarda que prenda; que con digerir una citatoria y compresora de Medinilla cada seis meses, se cumple...

En dejando la escarapela, me voy a ver fabricar el pozo de nieve que hago aquí, que ha de ser obra pía, por su dinero, a los caminantes deste viaje.”[27]

 

En la Sierra de Cazorla también existían pozos, de construcción también tardía, en 1850. Aparecen en la documentación consultada con el nombre de "pilas de nieves". Desde el momento en que fueron construidos supusieron una amenaza real al comercio de nieve de la Sierra de Quesada por su mayor proximidad a las ciudades de la Loma de Úbeda.[28] Zona de neveros en esta sierra eran los parajes de La Cabrilla y Navalasno, donde existían ventisqueros en los que se almacenaba la nieve.

 


 

 

UBICACIÓN DEL POZO DE  LA NIEVE DE BEAS DE SEGURA

 

 

 


 

2. Pozos de distribución y domésticos

 

Dentro de las ciudades existían pozos o neveras que actuaban de conservantes de la nieve procedente de la sierra, para seguidamente distribuirla al por menor. De hecho, aún en muchos pueblos de España existe una calle con la denominación de Pozo de la Nieve, en alusión a la existencia en el lugar de un pozo con esta función. Éstos eran los pozos de distribución, la mayoría hoy día desaparecidos. Las localidades más importantes contaban con su propia nevera, que se arrendaba al abastecedor. La nieve se guardaba en estos lugares frescos. A veces se introducía en un arca de madera con sistema de desagüe para la distribución directa al comprador. Junto a ella, el arrendador disponía de una serie de utensilios para su comercio, tales eran las piedras para el peso, recipientes para enfriar líquidos, instrumentos para cortar la nieve, etc.[29]

En la ciudad de Jaén, había al menos dos pozos de distribución de nieve en el siglo XVII. Uno de ellos estaba situado en la plaza de Santa María, en la alhóndiga Zaida, edificio del antiguo ayuntamiento; y el otro depósito estaba en la calle Maestra, cerca del convento de la Coronada[30]. Estos pozos hoy día han desaparecido al igual que los edificios que los albergaban, los que contaban también de una cuadra y espacio suficiente "para el tamo y seras y demás que se ofreziere"[31].

En Iznatoraf ha llegado hasta el callejero actual la denominación de Pozo de la Nieve, incluso muchos vecinos recuerdan aún el antiguo pozo, situado junto a un portillo de la muralla conocido como Portillo del Pozo de la Nieve. En un plano de la ciudad del siglo XIX se puede apreciar la ubicación del mismo. Se trataba de un edificio exento junto al arco reseñado, que albergaba el pozo, el cual era administrado por el Ayuntamiento.

En el Catastro del Marqués de la Ensenada, también se hace referencia al pozo de Iznatoraf[32]. En la respuesta número 17[33], dice: "hay un pozo de nieve que anualmente da de utilidad ciento cincuenta reales vellón, que perciben los Propios de esta villa como dueño de él". Y en la pregunta número 23[34] se contesta que en este pozo la nieve "se encierra muchos años, y respecto de no ser todos, hacen regulación que en uno quinquenio da de utilidad anualmente ciento cincuenta reales vellón". El hecho de no ser utilizado el pozo todos los años induce a pensar en su utilización como pozo de almacenamiento, además de distribución, puesto por la altitud de Iznatoraf, superior a los 1.000 metros, posibilitaba algunas nevadas casi todos los años.

Manuel González Magaña, vecino de Iznatoraf, de 70 años de edad, recuerda haber visto el pozo en su niñez, de aproximadamente 5 metros de diámetro y cuatro metros de profundidad.

También en el Catastro del Marqués de la Ensenada se hace referencia al pozo de nieve de Santisteban del Puerto, situado en la plaza de la villa, cubierto con un cuerpo de casa propiedad de la Cofradía de las Ánimas de la localidad, que en 1752 no se le consideraba beneficio alguno por hallarse arruinado[35]. La localidad de Santisteban está situada a 681 metros de altitud. A pesar de ello debió ser un pozo de almacenamiento, como el de Iznatoraf, recuerdo de épocas de climatología más fría y frecuentes nevadas, que confirman la pequeña edad de hielo, que tuvo en el siglo XVII el período más frío. De ahí que en el XVIII, tras un siglo XVII de muy bajas temperaturas, las escasas precipitaciones níveas en Santisteban motivaran el abandono y la ruina del pozo y su edificio.[36]

Otros pozos eran los domésticos, de tipo familiar, existentes en las casas de las familias acomodadas; pozos de pequeño tamaño en los que se conservaban alimentos perecederos y bebidas frías.

 

 

Paisaje de ubicación de los pozos del Almadén (Sierra Mágina), término de Cambil

 

 

 

 


 

[1]Fue en 1508 cuando el concejo de Jaén pidió licencia a Dª Juana para repoblar la tierra en la antigua frontera, con la condición de que no se viese alterada la jurisdicción de la ciudad de Jaén y, como concesión a los ganaderos, los términos seguirían siendo comunes. Se pretendían repoblar los lugares de Otíñar, Susana y Ranera, Nava del Can, Hoyo de Rabaneros, Cerro del Viento y Hoya Vellida, Letraña‑La Mancha‑Torre del Moral, y Campillo de Arenas, con un total de 800 vecinos (cerca de 4.000 habitantes). Ambicioso proyecto que no se llevó a cabo inmediatamente. Ya en 1537 -tiempos de Carlos I- desde Valladolid se dictó sentencia contra el Concejo, Justicia, Regidores y Cofradía de la Mesta de Jaén, obligándoles al cumplimiento de la Real Cédula, aunque ya sin fijar el número de vecinos y desapareciendo el lugar de Hoya de Rabaneros. Fue entonces cuando se fundó La Mancha (con los cortijos de Letraña, La Mancha y Torre del Moral), Valdepeñas (Susana y Ranera), Los Villares (Cerro del Viento y Hoya Vellida) y Campillo de Arenas (QUESADA QUESADA, Tomás. "La época Bajomedieval". En Jaén. Tomo II. Editorial Andaluza. Granada, 1992, pp. 510‑517. Y FERNÁNDEZ HERVÁS, Enrique. "Campillo de Arenas". En Guía de la Comarca de Sierra Mágina. Jaén. Diputación Provincial. Jaén, 1987, pp. 27-30).

[2]En este privilegio se hace mención a las difícil orografía de la Sierra Sur de Jaén. Dice así: De Valdepeñas a Jaén "hay cuatro leguas grandes de muy malo y espeso camino, hay montes, puentes y ríos y arroyos donde, en tiempo lluvioso y de avenidas, suelen perecer algunos caminantes" (INFANTE MARTÍNEZ, Juan. "Tres fechas históricas para la ciudad de Valdepeñas de Jaén". Ponencias del I Congreso Provincial de Cronistas. Diputación Provincial de Jaén. Jaén, 1991, pp. 249‑250).

 

[3]INFANTE  MARTÍNEZ, Juan;... “Actividades económicas..., p. 96.

[4]INFANTE  MARTÍNEZ, Juan;... “Actividades económicas..., p. 95. Envía a Biblioteca Nacional. Correspondencia de D. Francisco Tomás de Porcuna y Fuentes, Prior de la Parroquial de Valdepeñas de Jaén, con el Geógrafo D. Tomás López, sobre noticias de aquella villa. Año de 1781.

[5]MORAL TELLO, Andrés y GUTIÉRREZ, Agustín. "Estudio de cavidades del término de Valdepeñas de Jaén (Sierra Sur-Jaén)". Andalucía Subterránea, núm. 10. Federación Andaluza de Espeleología, 1991, pp. 63-78.

[6]INFANTE  MARTÍNEZ, Juan;... “Actividades económicas..., p. 97.

[7]A.D.P.J. L. 2821/38. Expediente de denuncia contra Francisco Antonio de Castro. Valdepeñas, 1834.

[8]MADOZ, Pascual. Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus posesiones de Ultramar. Madrid, 1845-1850.

[9]LÓPEZ PÉREZ, Manuel. "Los Villares". Senda de los Huertos, núm. 31, tercer trimestre 1993, p. 30.

 

[10]A.H.M.J. L. 980/14. Oficio de Esteban Giménez, arrendador de la nieve de la ciudad de Jaén, al Ayuntamiento, 30-agosto-1855; y L. 1090/55. Subasta de los pozos de los Villares, 18-enero-1822.

[11]CORONAS TEJADA, Luis. "Abastecimiento..., pp. 63; y A.M.J. Lib. act. 12 y 19-agosto-162; 20-mayo 19-junio-1613.

[12]Esta obra se presupuestó en 1594 rs., siendo alcalde Juan de la Cruz Mendoza, Marqués de Blancohermoso, salió en pública subasta (A.M.J. L. 360. Anuncio de subasta de las obras de la casa de neveros, 26-mayo-1846; y Lib. act. 25-mayo-1846).

[13]A.H.M.J. L. 1090/11. Oficios sobre escasez de nieve en La Pandera, mayo-junio-1821; y L. 260. Francisco Molina, solicita al Ayuntamiento el pago de la obra de la casa de los neveros,  17-agosto-1846.

[14]La carrucha y maroma, que debía guardarse en la casa de neveros, desapareció. Las indagaciones del Ayuntamiento de la capital en 1846 apuntaban a Juan Cortés Vilches, vecino de Valdepeñas, que contestó al Ayuntamiento: "está mal informado de que en mi poder exista la garrucha y maroma con que se estraía la nieve de la Pandera, ni tampoco ha estado en ningún tiempo; pues si bien fui socio de la Compañía nevera en los años de 30 y 31, no por eso fui ni sacador ni fiador de renta alguna y por consiguiente me hayo fuera de toda responsabilidad" (A.M.J. L. 360. Oficio de Juan Cortés Vilches sobre la desaparición de útiles de la nieve, 3-diciembre-1846).

[15]A.M.J. L. 360. Solicitud del rematante de la renta de la nieve al Intendente de Rentas de la provincia, 2-junio-1829.

[16]MADOZ, Pascual. Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus posesiones de Ultramar. Madrid, 1845-1850. Jaén.

[17]TORRES, Francisco de. Historia de Baeza. Estudio y edición de José Rodríguez Molina. Diputación Provincial de Jaén - Ayuntamiento de Baeza. Jaén, 1999. Edición de un manuscrito de  1678, p. 231.

[18]Almadén es un topónimo árabe (al-madin) con el que se designa el segundo pico más alto de Sierra Mágina. Su traducción por mina, no tiene sentido en cuanto no existe metal alguno en sus proximidades. Sí lo tiene si interpretamos este topónimo de mina como perforación en el suelo, como es el caso de los pozos realizados desde hace siglos en las proximidades del pico para almacenar la nieve.

[19]VILLEGAS DÍAZ, Luis Rafael y GARCÍA SERRANO, Rafael. “Relación de los pueblos de Jaén, ordenada por Felipe II”. Boletín del Instituto de Estudios Giennenses, núms 88-89. Abril-septiembre 1976, p. 88.

 

[20]TORRES, Francisco de. Historia..., p. 229.

 

[21]Estos senderos nos fueron mostrados por el Agente de Medio Ambiente Esteban Justicia, que amablemente en varias jornadas nos guió hasta la cumbre de Mágina y la Loma del Ventisquero, donde descubrimos la Sima y los pozos señalados. Posteriormente a este trabajo fueron descubiertos dos pozos más por Esteban Justicia, cerca del pico de Mágina, en su ladera Sur, término de Huelma.

[22]A.D.P.J. L. 2822/11. Subasta de nieve en la Sierra de Mágina. Albanchez, 1849.

[23]CARRIAZO Y ARROQUIA, Juan de Mata. Colección Diplomática de Quesada. Instituto de Estudios Giennenses. Jaén, 1975, p. CXII.

[24]RUIZ GONZÁLEZ, Juan Enrique. Andalucía, según las relaciones enviadas por los párrocos al geógrafo real Tomás López en el siglo XVIII. Tomo III, Jaén. Instituto de Estudios Giennenses. Jaén, 1988, pág. 24-2.

[25]VALLEJO, María Teresa. "Los monumentos naturales de Quesada. Feria y Fiestas de Quesada. Ayuntamiento. Quesada, 1991.

[26]IDÁÑEZ DE AGUILAR, Alejandro Faustino.“Aprovechamientos naturales..., p. 16.

[27] QUEVEDO, Francisco de.  Carta a Sancho de Sandoval [Epistolario completo de Quevedo], 1635. Luis Astrana Marín, Instituto Editorial Reus (Madrid), 1946.

 

[28]A.D.P.J.  L. 3011/12. Expedientes de subasta de propios,... arrendamiento de la nieve. Quesada, junio-1850

[29]CRUZ OROZCO, Jorge y SEGURA MARTÍ, J. Mª. El comercio de la nieve..., p. 56.

[30]Coronas Tejada, Luis. "Abastecimiento..., pp. 64-66; y A.M.J. Lib. act. 17-septiembre-1607, 14-mayo-1683 y 28-mayo-1691.

[31]A.M.J. L. 253. Abasto de nieve a la ciudad de Jaén, mayo-1720.

[32]Catastro del Marqués de la Ensenada. L. 7775. Iznatoraf.

[33]La pregunta número 17 del Catastro de Marqués de la Ensenada dice así: “Si hay algunas Minas, Salinas, Molinos Harineros, u de Papel, Batanes, u otros Artefactos en el Término, distinguiendo de qué Metales, y de qué uso, explicando sus Dueños, y lo que se regula produce cada uno de utilidad al año”.

[34]La pregunta número 23 del Catastro del Marqués de la Ensenada dice así: “Qué Propios tiene el Común, y a qué asciende su producto al año, de qué se deberá pedir justificación”.

[35]A.H.D.J. Catastro del Marqués de la Ensenada. L. 7913, f. 14r. Santisteban del Puerto.

 

[36]Los métodos empleados para estudiar las variaciones climatológicas son muy variados, pero sus conclusiones generalmente concuerdan. Éstos son la dendroclimatología o estudio de los anillos de los troncos de árbol; la glaciología o estudio del avance y retroceso de los glaciales; el método fenológico o análisis, año por año, de las fechas de maduración de frutos y cereales. A grandes rasgos, según el movimiento del glacial xe "Fernau, Glacial" Fernau desde hace 3000 años, podemos saber que el primer milenio a.n.e. fue un período frío, sobre todo entre los años 900 y 300. En época romana, del 300 al 400 d.n.e. el glaciar retrocedió, volvió a avanzar hacia mediados del siglo VIII, del 750 a 1215. Hubo un corto período frío hasta 1350; y un largo período frío de 1550 a 1850, con un siglo XVII verdaderamente glacial. A partir de 1850 y hasta 1930 es un período cálido. Desde 1940 esta ola parece alejarse (Gimpel, Jean: La revolución industrial en la Edad Media. Taurus. Madrid, 1982, pp. 43-44.)