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D.L. J-309-2005 ISSN 1699-6151 |
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CONSEJO
DE REDACCIÓN
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Dos poemas*
1
En otro tiempo
amaba yo la noche,
el cuerpo alucinado de mi dama
sobre la hierba fresca,
esquivo entre miradas, como gritos.
porque antes que tú
yo he sido muchas veces
en esas lentas horas de la espera,
aquella blanca espuma de las aguas,
aquel tártaro hostil de pecho griego
fanático cantor de las estepas.
Pero también a mí
el mar se me ha perdido,
le ocurre a mucha gente,
en estos tiempos.
2
Dime,
¿eres tú la blancura,
la que rompió el eco de las lanzas,
o eres el viento acosado y herido
que huyó por la rendija de la puerta?
Sin duda que eres tú,
porque si fueras el viento
que levanta la brisa de los campos
y que hace saltar las olas en la playa,
no anidarías en mi costado hueco
ni blanquearías las sombras de mi casa.
*Manuel Carlos Sáenz
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