Claustro Poético

Boletín virtual de poesía, edición trimestral. Nº 23. Invierno-2011

Asociación Cultural Claustro Poético

 

  Director: Juan Carlos García-Ojeda Lombardo

  Coordinadores: Fernando R. Ortega Vallejo y Juan Antonio López Cordero

D.L. J-309-2005

ISSN 1699-6151

CONSEJO DE REDACCIÓN

Poemas

Neologismos fraternarios

Sentado en el cosmos

Injusticia

Yo, sin prejuicios

Aquella luz

Eran cuatro

Estás allí

La noche

No quiero ser otro

Rencor

Vocecita

¿Dónde está el niño Dios?

Gústese

Los deseos

Me sublevo ante los que roban la alegría


Colaboraciones

Reseña a José Antonio Muñoz Rojas

Reseña a Luis Rosales

Dama cruel

Palabras


Noticias

Premio Internacional de Poesía Antonio Machado 2011

VII Premio de Poesía Javier Egea

XIV Premio Flor de Jara 2011

XVII Concurso Nacional de Poesía Joven

 


Colaboran en este número


Nos anteriores

 


 

 

Reseña a José Antonio Muñoz Rojas*


José Antonio Muñoz Rojas

Nació en Antequera (Málaga) en 1909. Estudió en las Universidades de Madrid y Cambridge. Reside en Madrid.

    Obras: Versos de retorno, Málaga, 1929 ;  Sonetos de amor por un autor indiferente, Málaga, Col. Meridiano, 1942 ;  Abril del alma, Madrid, Adonais, 1943 ;  Cantos a Rosa, Madrid, Adonais, 1955 ;  Lugares del corazón, Málaga, Cuadernos de María Cristina, 1962 ; Salmo, Málaga, Cuadernos de María Isabel, 1970.


SONETO

Gracias, Señor, por lumbre, por ribera,

por amoroso muro y por semilla,

por la mar que se postra y por la quilla,

por molino y besana, troje y era.


Por sangre, por mirada, por ladera

que  la vid ennoblece y donde brilla

en tus piedras el sol, por faz sencilla,

y flor en zanja y mariposa en vera.
 

Por darme y por no darme, por tenerme

de tanto sueño el corazón colmado,       

mis techos con tu paz tan bien cargado,

(De Abril del alma)

 

 POEMA DE JOSÉ ANTONIO MUÑOZ ROJAS TITULADO “SONETO” DE SU LIBRO  ABRIL DEL ALMA.

         En los dos primeros cuartetos aparece una correlación plurimembre intensificada por diversos sustantivos, que son introducidos en cada verso a partir de la anáfora expresada la preposición “por” y en el resto de las sintaxis rítmicas por la conjunción “y”, definida a través del uso de la figura retórica que conocemos como polisíndeton y enumeración de sustantivos plurimembres introducidos a través del polisíndeton mencionado y expresado por la conjunción “y”

         En el primer terceto de este soneto, y en concreto en el primer verso, tenemos una correlación bimembre de dos verbos que son dar y tener, expresado el verbo dar en afirmativa y negativa como oposición de contrarios, con el segundo elemento verbal de la correlación bimembre que es el verbo: “por tenerme”: /Por darme y por no darme, por tenerme/. Tal es el caso de esta correlación bimembre que se mantiene en los dos versos siguientes de este primer terceto del soneto de J. A. Muñoz Rojas, expresados a través de los sustantivos sueño y esperanza, unidos ambos versos por “y”, expresada bien a través de un asíndeton con coma, además de un polisíndeton con “y” enumerativo, que bien pudiera ser eludida la conjunción: / de tanto sueño el corazón colmado, / y de tanta esperanza de ternura/.

        El último terceto es una correlación unimembre de un único verbo expresada al final del verso por la preposición “por” a través de una catáfora que introduce en los dos últimos versos dos metáforas expresadas a través de las palabras techos y  vigas: / embebidos los huesos, por haberme / mis techos con tu paz tan bien cargado, / que gimen ya las vigas de ventura /. De lo que se deduce que los dos últimos versos de este último terceto del soneto expresado, esto es la esencia de las metáforas, introducen una correlación bimembre de los sustantivos techos y  vigas, esta vez no introducidas por la conjunción “y” sino a través de un encabalgamiento oracional, es decir oraciones adjetivas de relativo que al llevar una coma sería además explicativa y pausada: /mis techos con tu paz tan bien cargado, que gimen ya las vigas de ventura /.

Bibliografía que he leído para este tercer examen del curso de métrica española de la UNED del profesor y Dr. José Domínguez Caparrós:
         -Dámaso Alonso: “la poesía como sistema de correlaciones”.
         -Antonio   Quilis:   Estructura del encabalgamiento en la métrica española.
         -Emilio Alarcos Llorach: “Secuencia sintáctica y secuencia rítmica”.
         -Ricardo Senabre: “El encabalgamiento en la poesía de fray Luis de León”. Este estudio que acabo de mencionar define prácticamente como licencia poética o hasta buscando posibles normativas estilísticas anteriores, presentes y posteriores de la época de fray Luis de León el sentido fundamental y la relevancia de los contenidos de los únicos encabalgamientos sirremáticos de adjetivo + sustantivo y viceversa, posiblemente y únicamente normalizados en la época del poeta. Este estudio es esencial para dilucidar nosotros mismos como darle un sentido de interpretación y análisis estilísticos a los únicos encabalgamientos de adjetivo + sustantivo y viceversa, en todas sus orientaciones y profundizaciones de los matices de sus análisis, que bien nos valen para analizar y centrarnos en los poemas de cualquier poeta contemporáneo o posterior a Fray Luis de León. No he tenido tiempo para este tercer examen de aplicar algunos de los sentidos de este estudio para los encabalgamientos de los poemas que presento, como digo en lo que concierne a los encabalgamientos de adjetivo + sustantivo y viceversa, tan enriquecedores en lo que aportan que pueden profundizar sutilmente en los análisis y sus diversos párrafos que escribamos a la hora de analizar un poema y su sintaxis rítmica de aquí en adelante.

Me iré leyendo poco a poco los diversos estudios bibliográficos que expone el Dr. José Domínguez Caparrós a la hora de estudiar “la sintaxis rítmica” en su obra Métrica y poética…, lecturas de las que espero publicar su reseña respectiva como me indicó el poeta y profesor Juan Manuel Molina Damiani, siendo éstas hasta viables tratándose bien de uno de los capítulos de una obra científica, de un articulo o de un libro en su conjunto.

 

 

LA MADRE

Y la madre soñaba oscuramente.
Será rubio, tendrá estos ojos mismos.
Le amarán las muchachas. Una tarde,
de pronto, llorará junto a una rosa.

Le crecerá la angustia sin saberlo
y cada nuevo umbral será una herida.
Temblará al traspasarlos, hijo mío,
acaso una paloma, acaso nada.

El viento por la frente, las caídas
hojas que se acumulan, los rumores
del corazón callados. Nadie sabe
las formas repentinas de la dicha.

Yo lo siento aquí hondo en mis entrañas
el río de tus años que me deja
una nostalgia antigua, una dulzura
vieja en mi corazón como la sangre.

Me hace toda ribera, toda muro
donde lamen las aguas de tu vida.
Torno otra vez a ser niña jugando,
corriendo como niña entre las rosas.

¡Oh sueño en mis entrañas! ¡Oh alto río
resonando de siempre en mis entrañas!.

                                                        (De Cantos a Rosa.)

 

 

           Centrándome en este examen, expongo que he analizado tan sólo a los poetas José Antonio Muñoz Rojas y Ángela Figuera. Olvidándome de las mujeres por falta de tiempo del libro La lírica de hoy y para que me sirvan para los estudios y congresos de la revista y web de literatura de mujeres que descubrí a través de Magazine modernista en estudios posteriores que espero poder llevar a cabo. Como digo he terminado analizando a un poeta que es hombre, me refiero a José Antonio Muñoz Rojas, en aras de que me sirva presentar el estudio que he llevado  cabo para este examen con motivo de que me convoque el Centro Andaluz de las letras en algún  pueblo de Andalucía, pues este año el CAL se centra en este poeta y en Antonio Machado.
           En la primera estrofa del poema titulado "la madre" de José Antonio Muñoz Rojas no aparece ningún encabalgamiento.
           Por lo que respecta a este poema y por ahora para analizar este
poema me he centrado en la obra de Antonio Quilis titulada La estructura del encabalgamiento en la métrica española, esto es, voy a analizar los posibles encabalgamientos que existen en este poema y su tipología.

           En la segunda estrofa de este poema tampoco hay encabalgamientos.

 En la tercera estrofa, entre el verso primero y el segundo hay un encabalgamiento de adjetivo + sustantivo: /El viento por la frente, las caídas / hojas que se acumulan, los rumores/. Según Ramsey y Lenz admitían que la combinación de sustantivo y adjetivo, cualquiera que sea el orden, el segundo elemento es el enfático, el distintivo. El termino que queda en primer lugar, esto es caídas, pierde un poco su tensión acentual, va perdiendo algo de su tonicidad a favor del segundo, queda en posición subtónica. Destacar al Abad Rousselot cuando admite que una palabra que se encontrase en posición final del grupo fónico presenta siempre una mayor duración que cuando se encontraba en una posición interior. La misma explicación ocurre en los siguientes versos: /una nostalgia antigua, una dulzura / vieja en mi corazón como la sangre/. Explicar en esta línea la compatibilidad del encabalgamiento con la rima. La pausa y la rima constituyen el molde métrico del verso. Con el encabalgamiento la pausa se traslada de lugar, ha quedado abierta; pero como un hito que señala ese mismo lugar ha permanecido otro recurso, la rima, que tiene la función de relevar en sus funciones a la pausa versal cuando queda abierta por el

encabalgamiento. La rima pone de relieve aún más el verso encabalgante y el encabalgado.

En los versos: /hojas que se acumulan, los rumores / del corazón calladas. Nadie sabe/ existe un encabalgamiento sirremático sustantivo + complemento determinativo.

 

Poema Símbolo de Ángela Figuera Aymerich

 

Llega una mano de oro luciendo un diamante
una mano de hierro gobernando unas riendas,
una mano de niebla donde canta una alondra:
yo las dejo pasar.

 

Llega una mano roja empuñando una espada,
llega una mano pálida llevando una amatista,
llega una mano blanca que ofrece una azucena:
yo las dejo pasar.

 

Llega una mano sucia que sujeta un arado:
la tomo entre las mías y nos vamos a arar.

 

                                                        (De Toco la tierra)

  

Con motivo del análisis del poema "Símbolo" de Ángela Figuera trato otro fenómeno estilístico que es la correlación (Navarro Tomás) que define el Dr. José Domínguez Caparrós a través de su Diccionario de métrica, pagina 91 y del que me valgo para analizar el poema titulado "Símbolo" de la poetisa Ángela Figuera. La correlación (Navarro Tomas) es un complemento rítmico consistente en la disposición ordenada de las palabras en el verso, de acuerdo con su carácter gramatical o semántico. En los versos del poema "Símbolo" de Ángela Figuera y en cada uno de sus versos de clara definición, como vendríamos a perfilar junto a Dámaso Alonso, tal sea hay una "correlación unimembre", incluida tal vez como otra posible interpretación de análisis en su estudio "La poesía como sistema de correlaciones". Casi podría admitir, y espero que me corrija el Dr. José Domínguez Caparrós, como así lo hiciera o ampliara Dámaso Alonso, dentro de las definiciones de sus distintas correlaciones, que el poema "símbolo" es un claro ejemplo de "correlación unimembre" porque se centran prácticamente todos sus versos con el sustantivo correlativo unimembre mano, y cada uno de sus versos y estrofas vienen a ser una reproducción de los casi iguales "paralelismos" o casi iguales versos, también correlaciones (Navarro Tomás), gramaticales y semánticos entre cada uno de los versos, prácticamente paralelos, de cada estrofa casi iguales o casi paralelas.

          Pido disculpas si a la hora de parafrasear casi he plagiado otros datos o aportaciones científicas que he leído con motivo de esclarecer en qué consiste la sintaxis rítmica; pero caso de que fueran publicados parafrasearé de otra manera conservando el sentido. De momento pretendo que el Centro Andaluz de las Letras comprenda mis pequeñas aportaciones y mi formación con motivo de este curso a lo que atañe al poeta José Antonio Muñoz Rojas y no dejar de lado un poema tan sencillo y claro como el poema de la además poetisa y mujer Ángela Figuera.

 

           A continuación he analizado el poema de José Antonio Muñoz Rojas titulado "La Madre", que aparece junto al otro poema de este autor titulado "Soneto" en la obra titulada Lírica española de hoy, edición de José Luis Cano, según el estudio de Ricardo Senabre: "El encabalgamiento en la poesía de fray Luis de León"(que es un recurso web):

            Debemos citar tres posibles encabalgamientos en el poema titulado "La Madre" de José Antonio Muñoz Rojas:

-El viento por la frente, las caídas/ hojas que se acumulan, los

rumores / del corazón callados.

-una nostalgia antigua, una dulzura / vieja en mi corazón como la sangre.

"LA MADRE" (De Cantos a Rosa)

 

No contó fray Luis de León con una casuística previa a la que amoldar sus experiencias. Hubo de valerse, como cualquier poeta innovador y enemigo de recetas, de su aguda conciencia lingüística para calibrar el efecto de cada "rompimiento" (encabalgamiento) antes de decidirse a vulnerar la rítmica apacibilidad del ajuste entre sintaxis y metro. Ateniéndonos al tiempo poético de Fray Luis de León y de su faceta innovadora o no, también de su tiempo poético, la mayoría de los encabalgamientos que Ricardo Senabre analiza de Fray Luis de León están definidos con un adjetivo / sustantivo o viceversa, algunos de los cuales vienen expresados con dos o tres versos intercalados entre el adjetivo / sustantivo y viceversa, pues según El diccionario de métrica española de José Domínguez Caparrós definimos para aclarar esta idea, que existe el encabalgamiento dilatado (kurt Spang), a través del cual comprendemos al encabalgamiento en el que las partes del grupo de palabras escindidas se hallan separadas por un verso, e incluso dos.

En otros casos, y muy excepcionalmente se aprecia o aparece el

encabalgamiento de sirremas de complementos del nombre en los que, como el que aparece en "La Madre" de J. A. Muñoz Rojas habría que analizar el orden o secuencia gramatical del encabalgamiento o sirrema de complemento del nombre: /hojas que se acumulan, los rumores/ del corazón callados. Nadie sabe/.

En los tres encabalgamientos de J. A. Muñoz Rojas existen relaciones de un valor temporal con un valor espacial.

En el ejemplo específico del primer encabalgamiento de "La Madre": /El viento por la frente, las caídas / hojas que se acumulan, los rumores/ presenta el efecto estilístico de la anteposición del adjetivo que se intensifica al situarse el término en posición final del verso.

En el Segundo encabalgamiento del poema "La Madre" aparece un sirrema de complemento determinativo: /hojas que se acumulan, los rumores / del corazón callados. Nadie sabe/, que bien podría haber dado como resultado el siguiente encabalgamiento: "hojas que se acumulan, los rumores / callados del corazón/ para venir a intensificar o redundar hipotéticamente que los encabalgamientos que existen en el poema "La Madre" de J. A. Muñoz Rojas son mayoritariamente de sustantivo                                                                        / adjetivo e incluso, el sirrrema de complemento determinativo intensifica este orden gramatical más abundante, que explica el valor que tienen los sustantivos delante de los adjetivos en "hojas que se acumulan", donde se concentra todo el valor temporal del verso, en una acumulación expresa y rotunda del tiempo, y cuyo valor espacial es el suelo en el que yacen caídas las hojas como algo olvidadizo y marchito, desechado sentimentalmente por el corazón. Y en "los rumores / del corazón callados. Nadie sabe/" el valor espacial y físico está representado por las ondas del sonido de los rumores, y el valor temporal aparece totalmente acabado, finiquitado y totalmente concluso por el participio "callados".

Por lo que respecta a un buen número de encabalgamientos analizados por Ricardo Senabre ante la poesía de Fray Luis de León, tienen como función esencial la de marcar una distancia, real o subjetiva, cronológica o espacial, entre dos nociones, sin descartar en ciertos casos otros efectos secundarios. La distancia de J. A. Muñoz

Rojas en "La Madre" es fundamentalmente subjetiva, sin datos reales específicos más que en lo que alude a “La Madre", posiblemente su Madre, y naturalmente una distancia espacial y más temporal subjetiva que cronológica especifica, como lo demuestran: "las caídas / hojas que se acumulan..." y “...una dulzura / vieja en mi corazón como la sangre", donde los espacios son las hojas y el corazón, y en donde el tiempo acumula las hojas y hace el espacio de la dulzura "vieja" en el espacio del "corazón".

Al expresar "las caídas / hojas que se acumulan", el calificativo antepuesto suele tener un valor evocador y afectivo, que al ser además

descriptivo refuerza una actitud sensorial.

En cuanto a “...una dulzura / vieja en mi corazón como la sangre" presenta al adjetivo calificativo pospuesto, que indica una actitud intelectual u objetiva, además de sensorial por ser "vieja" descriptivo; es decir los sentidos, lo sensorial, lo físico, lo material, etc., derivan hacia consideraciones evocadoras y afectivas de emociones y sentimientos con "las caídas / hojas" del párrafo anterior, o bien, la percepción de los sentidos, lo sensorial con la posposición de su adjetivo deriva hacia consideraciones mas intelectuales y objetivas con “...una dulzura / vieja".

Vuelvo a reiterar, caso de no haberlo expresado antes o tal vez sí, que según Antonio Quilis en su obra Estructura del encabalgamiento en la métrica española, Ramsey y Lenz admitían que la combinación de sustantivo y adjetivo, cualquiera que sea el orden, el segundo elemento es el enfático, el distintivo. En el sirrema que tratamos ahora, el término que queda en primer lugar pierde un poco su tensión acentual, va perdiendo algo de su tonicidad a favor del segundo, queda en posición subtónica, como se valora tras el análisis propiamente fonético del sirrema sustantivo-adjetivo y viceversa. Y además vuelvo a reiterar y destacar al Abad Rousselot cuando admite que una palabra que se encontrase en posición final del grupo fónico presenta siempre una mayor duración que cuando se encontraba en una posición interior.

Si en los poemas analizados de Ricardo Senabre con respecto a

Fray Luis de León prevalece mas el encabalgamiento adjetivo / sustantivo, con lo que el miembro inicial recupera una primacía que la sintaxis le había arrebatado, pues en el uso gramatical corriente y diario prevalece más la secuencia gramatical sustantivo / adjetivo. Específicamente en el poema “la Madre” de J. A. Muñoz Rojas tienen  más sentido los encabalgamientos de sustantivo / adjetivo, que lo refuerza además el único encabalgamiento que hay de sirrema determinativo: "…los rumores / del corazón callados. Nadie sabe/ que, como señalamos anteriormente, bien podría haberse expresado de la siguiente manera:   “…los rumores / callados del corazón.  Nadie sabe /.

En cuanto a los adjetivos se caracterizan o se definen por ser fundamentalmente descriptivos, esto es: "caídas" y “callados", y por  ser cualitativo: “vieja".

El sustantivo "hojas" es concreto y no abstracto; en cambio "los rumores" y "una dulzura" responden a sustantivos abstractos de orden psicológico y emocional y hasta físicamente y concretos a la par que abstractos los rumores de orden y articulaciones lingüísticas. Propone Ricardo Senabre, a la hora de analizar los poemas de Fray Luis de León, que una vez más, la posición encabalgada de un elemento léxico proporciona al verso el aditamento de un significado secundario. En el caso de J. A. Muñoz Rojas y su poema "La Madre" queda manifiestamente constatado este significado secundario en el  encabalgamiento: "…los rumores / del corazón callados.  Nadie sabe/ donde Muñoz Rojas atribuye a los rumores la facultad de haber sido  emitidos, por haberse vivido desde el corazón del poeta, de la madre, aunque se describan callados desde el mismo poeta y la/¿su? Madre.

 

               * Encarnación Sánchez Arenas

  

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