SAN MARCOS Y EL VOTO DE PEGALAJAR A SAN GREGORIO EN 1670.

Juan Antonio López Cordero.

(Fiestas de Mayo en honor a San Gregorio Nacianceno. Pegalajar, del 5 al 9 de mayo de 2007. Ayuntamiento. Pegalajar, 2007)

 

            De todos los pegalajeños es conocido el voto a San Gregorio Nacianceno que realizó el pueblo de Pegalajar el 27 de abril de 1670. Dicho voto tiene su origen en la plaga de langosta de aquel año y la vinculación de San Gregorio como abogado intercesor frente la langosta, una plaga que desde la más remota antigüedad ha azotado periódicamente los campos. El santo realmente relacionado con esta plaga ha sido San Gregorio Ostiense, cuya fiesta se celebra el 9 de mayo; sin embargo Pegalajar y algún que otro pueblo de nuestra provincia le identificó con San Gregorio Nacianceno, celebrándose su fiesta también el mismo día.

            El voto de la villa de Pegalajar a San Gregorio, cuyo original y copia transcrita se encuentran en el Archivo Parroquial, está escrito en letra procesal en su original y ha sido publicado textualmente en varias ocasiones[1]. Por él sabemos que en Pegalajar era antigua la advocación a San Gregorio Nacianceno, al que se le había pedido su intercesión anteriormente en diferentes ocasiones de necesidades, devoción que ya entonces se consideraba de “tiempo inmemorial”, al igual que la celebración de su fiesta los días nueve del mes de Mayo de cada año. En el voto se reproduce el protocolo de la típica procesión de la época, con la salida de casi todos los vecinos de la Iglesia de la Santa Cruz al repique de una campana. Encabezaba la procesión el Prior, Cura y demás Sacerdotes de dicha Iglesia, el Concejo, Justicia y Regimiento, el Síndico personero y Procurador general de dicha villa; les seguían casi todos los vecinos hacia la ermita del Señor San Marcos. El voto incluye la obligación de hacer la procesión cada nueve de mayo e ir todos descalzos a la ida y a la vuelta.[2]

            En este voto aparece la figura de San Marcos y su ermita, que debió ser fundada a comienzos de la segunda mitad del siglo XVII y desaparecer a finales de este siglo o comienzos del siglo XVIII, pues no aparece citada ni en la obra de Francisco Rus Puerta[3], donde sólo aparecen las ermitas de San Nicasio y Santa María, ni en el Catastro del Marqués de la Ensenada de mediados del siglo XVIII. Su construcción podría estar relacionada con las plagas de langosta que en el siglo XVII azotan el territorio y el lugar donde habitualmente se realizaban los conjuros contra estas plagas. La existencia del topónimo “El Santo”  en el paraje situado al final de la calle de las Parras y las excelentes vistas que hay allí de la Huerta, principal campo de cultivo en aquella época, era fundamental para se diera el acto mágico por contacto entre la imagen y los campos infectados; por lo que probablemente la ermita de San Marcos se ubicara en este lugar.

            San Marcos relacionado con el mundo pastoril, también tenía una relación muy directa con la langosta desde tiempos anteriores. Así vemos que en 1449 hubo una gran plaga de langosta en la provincia, realizándose votos y promesas por toda ella. En Baeza, el corregidor Pedro Cuello prometió en voto hacer cada año una procesión el día de la fiesta de San Marcos Evangelista, a quien tomó por abogado e intercesor, celebrando una solemne misa y sermón, así como ofrecer un toro al Santo y darlo en limosna a los pobres. Las demás villas imitaron esta promesa.[4]

El culto a San Marcos estaba muy extendido por toda la diócesis de Jaén. Ximena Jurado recoge a mediados del siglo XVII varias ermitas dedicadas a este santo, repartidas por toda su geografía. Éstas eran las de Alcaudete, Linares, Bailén, Marmolejo, Baeza (Iglesia), Jimena, Torreblascopedro, Vilches, Bedmar, Torreperogil, Sabiote, Jódar y Porcuna[5]. No obstante, su culto estaba mucho más extendido, construyéndose en este siglo nuevas ermitas dedicadas a San Marcos. Pueblos como Torrequebradilla, Huesa, Hinojares y Canena mantienen aún su culto. En Canena se conserva el voto primitivo relacionado con la plaga de langosta[6], que fue renovado, en el que el sermón, la procesión descalza, la limosna y el ayuno están presentes, como lo estarán en otros lugares de la provincia. En otros pueblos existe constancia de su culto, aunque su vinculación con la langosta terminó por olvidarse. Es el caso de Mengíbar, donde cada 25 de abril tenían lugar las Rogativas de San Marcos en su ermita, la del "Señor de las lluvias", lugar desde el que se bendecían los campos, se rezaba el rosario y se cantaban las letanías de los santos[7].

En la comarca de Sierra Mágina también la mayoría de los pueblos manifiestan o han manifestado en el pasado el culto a San Marcos (Albanchez, Pegalajar, Mancha Real, Jimena, Cambil, Campillo de Arenas, Bélmez de la Moraleda, Huelma, Garcíez, Carchelejo, Larva, Torres)[8], y en relación con este santo recogen la tradición del del voto hecho ante la plaga de langosta, con mucha similitud entre unos y otros. Incluso fechan el origen del mismo, 1449, el mismo año en que lo realizó la ciudad de Baeza. Así, el pueblo de Albanchez relata el voto hecho aquel año en términos muy similares al anterior:

              "El boto que ay en la dicha villa de Alvanchez partiqular hes quel día de san Marcos de cada un año todos los vezinos del dicho lugar y forasteros que en él hoviere, van todos descalços en proçesion hasta la dicha hermita de san Marcos, y ayunan todos, chicos e grandes, hasta medio día que se acaba de deçir la misa sin enzender fuegos, ni dan de comer a los ganados ni teta a los niños, en qual voto hiçieron por la langosta, y después que se haze nunca jamas se ha visto hazer daño alguno la dicha langosta en el término de la dicha villa, y una vez que vino no hizo más que sentarse e yrse luego sin hazer daño alguno”.[9]

            El limítrofe pueblo de Bedmar tenía otro voto semejante en relación con San Marcos y la langosta, también realizado en 1449, que además presentaba algunas  coincidencias con los anteriores en el aspecto del ayuno. Consistía en:

     "Comer de una vez aquél día, incluso los pasajeros que atravesaban la villa, los cuales si ya han comido los de Bedmar, no se les dará de comer. Además, en este día no se podía andar a caballo, ni encender lumbres, ni dar de comer a las bestias, ni de mamar a las criaturas de pecho hasta después de la Misa Mayor. No se podía comer ni leche ni huevos."[10]

            Otra coincidencia con el resto de los votos, como la de la procesión descalza, junto con el ayuno, aparece en el voto de San Marcos del pueblo de Jimena, que recogen las relaciones topográficas de Felipe II:

   "... dixeron que el término desta villa ay dos hermitas una de San Marcos y otra de San Sebastián, con las quales tienen los vecinos desta villa mucha devoción, y se va a la de San Marcos en su día e bísperas en proçesyón a la missa que allí se dize, toda la jente descalça, e ayunan todo el pueblo, niños e mujeres, syn comer hasta que hayan dicho missa, y ençierran los ganados para que no coman... dixeron que en esta villa ay voto e procesyón del dicho día contenido en el capítulo antes deste, el qual se hizo por los daños que solía hacer la langosta. E que a la otra hermita de San Sebastián se va en proçesyón por la pestilencia".[11]

            En Cambil también existen referencias al voto a San Marcos, que debió hacerse a principios del siglo XVI, tras su conquista, según el cual ese día se ayunaba y no se encendía la lumbre. Así como en Campillo de Arenas, por voto que hizo Pedro Coello, conquistador del castillo.[12]

            En otros pueblos, aunque no se conserva el voto a San Marcos, aún perduran las ermitas dedicadas al Santo o se celebra su fiesta cada 25 de abril, fecha en que la langosta biológicamente está en camino de su pleno desarrollo. Tales son los pueblos de Mancha Real, Huelma, Garcíez, Bélmez de la Moraleda, Larva, Carchelejo y Torres.

            En Pegalajar, el culto a San Marcos como intercesor frente a las plagas de langosta se refuerza con el de San Gregorio, santo que en el siglo XVII se consolida en esta tradición. El voto a San Gregorio de 1670 muestra una transición del cambio de abogacía frente a la langosta en la provincia que se venía produciendo desde finales del siglo XVI, pasando de San Marcos a San Gregorio, aunque en este caso sea el Nacianceno en vez del Ostiense.

 

[1] COLEGIO NTRA. SRA. DE LAS NIEVES. "Voto de Pegalajar a San Gregorio". Fiestas en honor de San Gregorio. Pegalajar, 9 mayo 1987. Pegalajar: Ayuntamiento de Pegalajar; 1987; GÓMEZ LIÉTOR, Antonio. "Voto del pueblo a San Gregorio Nacianceno". Programa de la Feria y Fiestas en honor de la Santísima Virgen de la Nieves: 1986. Pegalajar: Ayuntamiento de Pegalajar; 1986; LIÉTOR MORALES, José. "El voto de San Gregorio". Fiestas de Mayo. Pegalajar, del 7 al 9 de Mayo de 1999. En honor de San Gregorio Nacianceno. Pegalajar: Ayuntamiento de Pegalajar; 1999.

[2] Archivo Parroquial de Pegalajar. Voto del pueblo de Pegalajar a San Gregorio Nacianceno, 1670.

[3] Corografía del reino y obispado de Jaén, manuscrito de 1646.

[4] XIMENA JURADO, Martín de. Catálogo de los obispos de las Iglesias Catedrales de la diócesis de Jaén y Baeza y Anales Eclesiásticos della. Jaén, 1654. Granada, 1991, p. 402.

[5] XIMENA JURADO, Martín de. Catálogo..., pp. 158-204.

[6] GODOY REYES, Miguel. "Datos y reseñas histórica sobre la gloriosa tradición popular". Diario Jaén, 23-abril-1994, p. 28.

[7] BARAHONA VALLECILLO, Sebastián: La Parroquia de San Pedro Apostol de Mengíbar. Templo y Comunidad. Historia, Tradición y Fe. Caja de Jaén, Diputación Provincial y Ayuntamiento de Mengíbar. Jaén, 1995, pp. 239-240.

[8] AMEZCUA, Manuel. "Encuesta de fiestas populares en Sierra Mágina". Sumuntán, nº 2, pp. 78-98.

[9] AMEZCUA, Manuel. "Encuesta..., p. 123.

[10] TROYANO VIEDMA, José Manuel. Bedmar. Córdoba, 1987, p. 17.

[11] AMEZCUA, Manuel. "Encuesta..., p. 126.

[12] AMEZCUA, Manuel. "Encuesta..., p. 126.

 

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